Harald Beyer: "Si bien Guillier ha tomado la delantera, esta ventaja no es irremontable para Ricardo Lagos"

Harald Beyer

Director del CEP dice que el ex presidente aún puede ser competitivo, y que aún no se ha hecho un escrutinio sobre Guillier. En el caso de Piñera, estima poco probable que Ossandón lo alcance. Incluso, dice, el ex gobernante puede seguir creciendo.




"Todavía puede correr mucha agua bajo el puente. En un escenario donde disminuye la lealtad, la gente se puede cambiar rápidamente de caballo", afirma el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Harald Beyer. En sus manos tiene los resultados de la última encuesta que el organismo dio a conocer este jueves, y cuyas cifras le entregan las primeras preferencias presidenciales al ex Presidente Sebastián Piñera por la centroderecha y al senador Alejandro Guillier en la Nueva Mayoría.

¿Qué país le está mostrando hoy la encuesta CEP a los candidatos presidenciales?

Primero, es un país que está muy distanciado de la política. Y eso es algo interesante, porque supone que la movilización de votantes va ser más importante que nunca, y eso puede cambiar la suerte de un determinado candidato. Segundo, es un país donde las personas dicen tener un alto nivel de satisfacción con su vida, pero al mismo tiempo una serie de preocupaciones en salud, educación, delincuencia, y lo que va a exigir son propuestas en esas áreas. Y un tercer elemento que está muy claro es una cierta insatisfacción con las instituciones. La confianza no se recupera y eso hace pensar que hay una demanda por cambios institucionales.

Esta CEP mostró que las prioridades de la sociedad han cambiado. Hace cuatro años, entre las prioridades estaban la reforma educacional, la constitucional, la desigualdad. Hoy estos tópicos bajan bastante, mientras suben otros como la delincuencia y la salud. ¿Cómo se explica esto?

No cabe duda que la Presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría influyeron en el discurso político, y eso afectó las prioridades que la población definió como urgentes. Pero una vez que la ciudadanía vio qué significaban esas ideas en la práctica, los grupos medios sintieron que sus demandas no estaban satisfechas por estas reformas, que no había una conexión real entre lo que ese discurso significaba y sus necesidades. Creo que eso produjo un distanciamiento y, al mismo tiempo, produjo esta reconfiguración en las demandas ciudadanas.

¿Cuánto va a impactar este cambio de escenario en la agenda de los presidenciables de este año?

Va a impactar mucho. Uno ya lo nota. Están hablando de temas distintos de los que se hablaban hace cuatro años. El crecimiento, por ejemplo, ya está empezando a entrar en el discurso de los candidatos, eso no era algo que uno escuchase hace cuatro años atrás. La seguridad ciudadana también.

Creo que la discusión va ser muy distinta a la que tuvimos hace cuatro años y al mismo tiempo esto va a generar una cierta tensión en la Nueva Mayoría: cambiar con el discurso o continuar con el mismo.

¿Qué tan abierto está el escenario, considerando que ningún candidato presidencial supera el 30% de las preferencias?

Está abierto, pero hay que considerar que la participación también está bajo el 50%. En 2013, la participación en primera vuelta no superó el 50% y no hay razón para pensar que eso va a cambiar. La candidatura de Piñera no parece estar amenazada en la derecha. Es más abierto el escenario en la izquierda, porque si bien Guillier ha tomado la delantera, esta ventaja no es irremontable para Lagos. Guillier tiene un nivel de conocimiento relativamente bajo, y no se sabe si el aumento del conocimiento lo va a beneficiar o a perjudicar. Hay varias interrogantes.

¿Cree que Lagos podría superar a Guillier, entonces?

Creo que él tiene una tarea muy difícil, pero no me parece imposible. Hace cuatro años, la diferencia de Michelle Bachelet en la centroizquierda era irremontable. Hoy yo no diría que estamos frente a ese fenómeno. Lagos todavía puede ser competitivo.

¿Qué le parecen las cifras de Lagos hoy día? Se habla de un estancamiento. ¿A qué lo atribuye?

Creo que la campaña de Lagos tiene defectos. Él ha sido sometido a mucha crítica y la defensa no ha sido buena, y eso se demuestra en que su evaluación positiva cae muy fuertemente. Pero sigue teniendo un electorado relativamente fiel, y cuando las diferencias no son tan abrumadoras, la posibilidad de movilizar a ese electorado y llevarlo a la primaria puede ayudarlo. Por otra parte, Guillier no ha sido enfrentado a un escrutinio importante. Si a medida que se vaya acercando la primaria ese escrutinio va aumentando, ¿va resistir ese escrutinio? ¿ O no lo va a resistir? Cuando se enfrenten en debates ¿cómo se van a ver ambos? Esto no es una ventaja en que Guillier sea insuperable. La pregunta es si se va a poder mantener.

¿Y es normal que haya saltado del 1% al 13% en seis meses?

Ocurre. En 2004, cuando se preguntaba quién le gustaría que fuera presidente, no aparecía Piñera, y en 2005 llegó a segunda vuelta y obtuvo un 48% de votación. El fenómeno de Guillier obedece más bien a un cierto vacío en la Nueva Mayoría que él ha ido llenando y que Lagos no ha podido llenar porque está muy cuestionado. Pero Lagos tiene una oportunidad todavía, porque si bien Guillier se ha disparado, por así decirlo, todavía no se le ha arrancado tanto. Todavía puede correr mucha agua bajo el puente. Y la gente se puede cambiar rápidamente de caballo.

Y en el caso de Piñera, que subió seis puntos, ¿no lo afectaron los negocios de Bancard?

Aumentó un poquito su evaluación negativa, o sea, algún efecto pudo haber tenido. Pero sigue siendo un candidato muy competitivo. La gente no siempre vota con entusiasmo por un candidato, sino que vota en contra de otras alternativas, y hoy la Nueva Mayoría está en una situación muy compleja, con muy poco apoyo. Y él aparece sólido en su bloque, consolidado con una agenda, un conjunto de planteamientos que a la gente le hace algún sentido. Piñera podría perder en noviembre, pero si pierde va a ser por poco, y eso muestra que es un candidato sólido. Él no está en un proceso de deterioro, sino que está bastante consolidado e incluso con posibilidades de crecer.

¿Ossandón lo podría alcanzar?

Se ve menos probable. La distancia es mucho mayor. Si bien Ossandón tiene una evaluación positiva, sorprende que su nivel de conocimiento no suba demasiado. Algo está haciendo mal en su campaña, porque él debería haberse concentrado en este periodo en volverse mucho más conocido, y por alguna razón no está logrando eso.

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