Fue como en una vieja telenovela. El hijo de la empleada, el vástago no reconocido del patrón, resulta ser el heredero de la fortuna familiar. Eso a Cristián Jara Oliva (28) le ocurrió de verdad. El miércoles pasado, mientras trabajaba en su oficina de recursos humanos de una empresa de estructuras metálicas, recibió de voz de su abogado la noticia que hace cuatro años esperaba: la justicia lo reconoció como el único hijo legítimo de Rodolfo Pinochet Ríos, un agricultor de la VIII Región que murió dejando fundos precordilleranos y varias propiedades avaluados en más de $ 2 mil millones.

Cristián Jara creció en Los Andes, en un hogar sencillo comandado por su madre, Elena Oliva Castillo. En 2004 su abuela materna, que vivía en la Región del Biobío, lo llamó para revelarle un secreto que cambiaría su vida: su verdadero padre era Rodolfo Pinochet, un empresario de Los Angeles que se había suicidado pocos días antes.

Su madre le confirmó la noticia. Hace casi tres décadas ella era asesora del hogar de la familia Pinochet Ríos, en un fundo ubicado cerca de la localidad sureña. Allí, en el verano de 1980, Elena quedó embarazada del patrón.

Cristián Jara, contador de profesión, inició un juicio de paternidad en octubre de 2005. Recién a fines del año pasado el Servicio Médico Legal (SML) entregó los resultados que daban cuenta que su ADN era un 99,9% compatible con el del agricultor Rodolfo Pinochet.

Nuevo certificado
Y ahora, el 29 Juzgado Civil de Santiago resolvió que se reconoce legalmente la paternidad de Pinochet. El tribunal -en fallo dictado el miércoles 18 de marzo- determinó oficiar al Registro Civil para que cambiara el certificado de nacimiento de Jara en el momento que la resolución quede ejecutoriada.

Y no sólo eso. El juzgado decretó la prohibición de venta y arriendo de 15 propiedades que son administradas por los hermanos de Pinochet, entre ellas parte del fundo Calleuque, de Los Angeles. La familia es conocida en esa ciudad y en Antuco, donde han donado la construcción de colegios y una posta.

El fallo es una de las pruebas que presentará la defensa del joven en otro juicio: el que realiza por la millonaria herencia, que hasta ahora tiene de herederos a los hermanos y parientes de Pinochet, quien fue soltero y sin hijos reconocidos.

Jara celebra el giro del destino y envía un mensaje a sus parientes. "Estoy contento con todo esto y voy a luchar hasta el final por un tema de orgullo, porque me han discriminado. No porque sea hijo de una nana, dejo de tener los mismos derechos de ellos", dice. El contador asegura que "nadie de la otra familia me ha contactado y por lo que yo he sabido no tienen intenciones de hacerlo". Por ahora, Jara asegura que seguirá trabajando en lo mismo: llevando la contabilidad de una empresa en Santiago.

Ayer La Tercera intentó infructuosamente contactar a la familia del fallecido agricultor para conocer su opinión sobre el fallo.