"Mientras tú y yo conversamos, un doctor lo está revisando". Esas son las palabras exactas de Billy Gould, el bajista de Faith No More, a tres horas de su concierto de la noche del pasado domingo en el festival Santiago Gets Louder, cuando se le pregunta por el estado de salud de Mike Patton. Dos días antes, el vocalista se arrojó al público desde el escenario del festival Rock in Rio y sufrió una seria caída que obligó a inyectarle antiinflamatorios para que pudiera tomar el vuelo a nuestro país.

A pesar de la situación, Gould se ve tranquilo. Tiene gestos amables para todas las personas que lo abordan en backstage, desde fans con pulsera vip que le traen regalos hasta músicos como Andreas Kisser (Sepultura), Alex González (Maná) y sus mejores amigos chilenos, la banda nacional Como Asesinar a Felipes. Este será el último show del tour que el grupo realizó para promover 'Sol Invictus', su primer disco en dieciocho años.

En un camarín con luz tenue, el baterista de Faith No More, Mike Bordin yace sentado y sus pies desnudos descansan sobre una mesa de centro. El músico reconoce que está agotado: "Hemos estado fuera de casa por ocho meses y ya necesito un descanso. Es momento para un break, pero este es un país muy importante para nosotros, así que lo mejor que podía pasar era terminar acá. Tocar en Chile es como el postre después de la cena: es lo que realmente deseas".

Bordin ondea sus dreadlocks grises y comparte su versión de la feroz caída de Mike Patton: "Lo que creo que pasó es que calculó mal la distancia al encandilarse con las luces. Realmente fue heroico que terminara ese show. Me miraba a cada rato y me decía "no puedo seguir, no puedo seguir". Lo curioso es que después vimos la transmisión y a medida que avanzaba el show, cada vez cantaba mejor".

Afortunadamente, la historia tuvo final feliz: en Chile, Patton entró a escena en silla de ruedas bromeando con su accidente y más tarde se volvió a ganar a la fanaticada local al alternar su fenomenal rango vocal con alusiones al viral del momento (gritó "un manjar" durante Evidence) y a Mario Kreutzberger, a quien le dedicó la canción Midlife Crisis ("al poeta, filósofo y presentador de televisión, Don Chanchisco Corleone").

Durante su presentación en Santiago Gets Louder, Faith No More mostraron siete temas de su reciente trabajo, Sol Invictus. Mike Bordin se declara orgulloso de la placa y la define como un milagro: "Es un regalo por el que estaré eternamente agradecido. Ya nadie compra discos, pero nosotros hicimos uno sólo porque queríamos hacerlo, y porque sentíamos que todavía tenemos algo relevante que decir en materia musical".

Para sus conciertos en Buenos Aires y Sao Paulo, Faith No More escogieron como teloneros al grupo chileno Como Asesinar a Felipes. Este recorrido permitió estrechar lazos entre ambas bandas, más allá del vínculo puntual con el bajista, Billy Gould, quien los fichó para su sello, Koolarrow Records. Bordin vio sus shows desde un costado del escenario y no escatima elogios: "Son grandiosos, disfruté mucho verlos. Me gusta que su estilo sea tan difícil de clasificar, el sonido de su piano Rhodes me evoca otra época, tiene una vibra como de los '70, pero además su vocalista es muy moderno". Durante su estadía en Santiago, Gould se reunirá con ellos para seguir planificando acciones en conjunto.

Sobre el futuro de Faith No More, Bordin no tiene nada claro, pero revela algo importante: "Para este disco grabé un montón de material que no quedó en la edición final, y que me gustaría escuchar terminado. Eso sí, no depende de mí sino que de Billy (Gould) y Mike (Patton), especialmente de Mike si se interesa en agregar voces a esos demos. Por ahora, mi único proyecto es que mi esposa me pidió que le enseñe a manejar a mi hija. En eso estaré ocupado las próximas semanas", concluye aliviado.