Un nuevo paso en la investigación contra la obesidad ha revelado que la formación de los dos tejidos adiposos principales de los mamíferos depende de células diferentes, indicó hoy la revista científica británica "Nature".

El tejido adiposo, que está localizado primariamente entre la piel, pero también se lo puede ubicar alrededor de los órganos internos, es fuente de vida para el ser humano y los mamíferos en general.

Su función es esencial tanto para controlar el balance energético (el tejido blanco) como para regular la temperatura corporal (el tejido café).

Pero desde hace tiempo se estudia el tejido adiposo por la posibilidad de causar obesidad en ciertos perfiles de pacientes que padecen sobrepeso.

De ahí que este descubrimiento realizado por científicos del Joslin Diabetes Center de la Harvard Medical School y del Dana-Farber Cancer Institute, ambos en Boston (Estados Unidos), haya avanzado en esta línea.

Ellos han demostrado que el desarrollo de los dos tipos de tejidos adiposos se lleva a cabo a partir de distintos tipos de células al comienzo del proceso embrionario.

A dicha tesis llegaron los investigadores tras descubrir que un factor regulador del desarrollo del tejido graso, la proteína morfogenética ósea 7 (BMP7), únicamente estimula el desarrollo de tejidos café.

En experimentos llevados a cabo con embriones de ratones, demostraron que sin la BMP7, las reservas de grasa café en los fetos era muy baja.

Por otra parte, cuando introducían artificialmente en los ratones de laboratorio esta proteína en grandes cantidades, se producía un marcado incremento de este tipo de grasa, mientras la grasa blanca se mantuvo en niveles normales.

Además, los científicos explicaron que los tejidos adiposos café y los músculos comparten etapas del desarrollo.

Cuando el factor PRDM16, que regula el cambio entre músculo y grasa, está presente, las células se convierten en grasa café y cuando está ausente se convierten en músculos.