La vida de los astronautas no es nada fácil, deben vivir y trabajar juntos en un espacio reducido las 24 horas del día. También se encuentran lejos de su hogar y de sus familias, lo que significa que se sienten solos y hacinados al mismo tiempo. Esto es suficiente para llevar a cualquiera a la desesperación. Es por ello que los tripulantes espaciales son elegidos mediante un estricto proceso de selección y previamente realizan un intensivo programa de entrenamiento.

Por lo mismo, para un astronauta el trabajo en equipo es tan importante como el oxígeno, el combustible y la protección contra la radiación. Formar un gran equipo en este tipo de misión es vital para sobrevivir.

Los astronautas no viajan solos por el espacio. Van en parejas o tríos, o incluso en grupos de más personas. Mantener un equipo eficaz en un entorno peligroso y aislado requiere un alto grado de compatibilidad en relaciones interpersonales. Esto significa que los astronautas deben desarrollar una buena conciencia de ellos mismos y de la manera como interactúan con los otros.

Es por ello que hace más de 10 años que la Nasa (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio) prepara a los astronautas adecuadamente, para que adelanten y vivan las etapas de orientación, insatisfacción e integración. La idea es que cuando estén en el espacio, el equipo se encuentre en la fase de alto desempeño.

En el entrenamiento se les enfatiza que el éxito de la misión depende del trabajo que logren como equipo. Se realiza un importante esfuerzo en desarrollar sus habilidades socioemocionales, ya que tendrán que contar con el mayor repertorio de conductas posibles si quieren alcanzar su aspiración: se les enseña a aceptar que cada uno de ellos trae una realidad distinta y es igualmente válida que la propia, por lo que la generación de un propósito común y el establecimiento de "reglas del juego" son básicas.

Asimismo, aprenden a ceder, persuadir, trabajar en armonía, enfrentar y resolver conflictos, darse tiempo para reconocer lo logros de cada uno y a dar crítica constructiva, mostrando las consecuencias negativas de su quehacer, tomar decisiones y celebrar los logros. Se trata de dejar de lado la agenda personal, en pos del beneficio de todos.

FORMANDO A UN ASTRONAUTA
Para este importante entrenamiento se está desarrollando un nuevo programa, basado en un simulador interactivo a bordo de una estación espacial, que permite a los astronautas simular en un computador los conflictos interpersonales. Por ejemplo: un miembro de la tripulación daña una pieza de equipo accidentalmente y le pide a un compañero de tripulación ayuda para ocultar los daños. El astronauta decide cómo contestar a la petición, y el programa responde, basándose en la respuesta.

Este software diseñado para la Nasa, consiste en 3 etapas, centradas en las primeras fases del trabajo en equipo.

1. Etapa de orientación: Aquí se les presenta en el programa a todos los compañeros que integrarán el equipo espacial. Pueden chatear, mandarse mails y conocerse. Y como además es una etapa donde existe mucha inseguridad y dudas, son apoyados por un sicólogo, quien los acompaña en este proceso.

2. Etapa de insatisfacción: Se interactúa con el programa y se presentan decenas de situaciones posibles de conflicto al interior de la nave. Ante cada una, el astronauta debe tomar una decisión entre múltiples opciones.

La elección determina qué ocurre después. Se puede superar el conflicto en tan sólo tres o cuatro decisiones, o puede tomar 10, 15 o más. La idea es que el aprendiz vaya experimentando las distintas realidades que pueden ocurrir luego de interactuar con un compañero. Así, el programa les enseña a enfrentar situaciones complejas, a evitar las peleas absurdas y siempre optar por la comunicación para solucionar los problemas.

3. Etapa de integración: El equipo ya ha logrado entender la importancia de sí mismo y ya se han aceptado entre todos los integrantes. Entonces aquí se les da ejercicios de simulación, de situaciones más cotidianas, cómo lavarse los dientes y comer al mismo tiempo, cómo reaccionar ante un conflicto con la nave o ante un escenario natural adverso, etc.

Además se les da trabajos grupales. Todos los integrantes del equipo deben aprender a tomar decisiones en conjunto, es por ello que en esta etapa, se les da diversas tareas y proyectos para que los realicen juntos. Si no se puede físicamente, deberán hacerlo de manera online.

Luego de que todos aprueban con honores las tres etapas de este programa de simulación, estarán listos para desarrollarse como un equipo en fase de alto desempeño en el espacio y "el más allá".

El objetivo es que el equipo evolucione rápidamente a través de todas las etapas y solucione eficazmente los conflictos que surjan al interior del equipo espacial. De esta forma, al final de su tarea podrán llegar satisfactoriamente a la fase de terminación, con el orgullo de haber desarrollado una buena labor en una misión compleja.

EXTRACTO DE LA CLASE: CON LA LUPA SOBRE EL CAMINO
Un buen trabajo de equipo es el resultado de un caminar largo e intenso de sus integrantes. En cada una de las fases de este recorrido el grupo irá adquiriendo nuevas competencias y características que les permitirán alcanzar la más alta cima.

La primera de ellas es la fase de orientación. Aquí, la mayoría de los miembros tiene interés por pertenecer al equipo, y por ello desarrollan altas expectativas de lo que será el trabajo en conjunto.

Esta fase presenta dos grandes desafíos, el primero es establecer un contexto relacional positivo que promueva el conocimiento mutuo, a fin de saber con qué "capacidades cuentan". Y el segundo es la co-construcción de normas y reglas con las que operarán.

La segunda etapa es la de insatisfacción. Aquí comienzan a surgir las primeras disonancias entre las expectativas iniciales y la realidad, provocándose las primeras rencillas entre los integrantes.

El clima que se vive es de confusión y tensión, pues cada uno quiere imponer su objetivo, lo cual da paso al natural conflicto.

En esta etapa, es clave que el integrante con mayor inteligencia emocional y sensibilidad para captar la dinámica generada, ejerza el rol de Coach y esté dispuesto a "poner sobre la mesa la conversación difícil":

Luego viene la etapa de integración, que se caracteriza por un avance en la formación y complementación de las habilidades de cada miembro, lo que facilita estructurar un plan de trabajo alineado. Cada uno se hace responsable de sus tareas y comprende cómo se inserta en el todo.

Lo anterior deriva en la etapa de producción o alto desempeño, marcada por el entusiasmo, sentimiento de pertenencia y orgullo en los integrantes del equipo. Tanto el propósito, como las metas y los valores son compartidos por todos dentro del grupo y esta claridad permite que se generen resultados en poco tiempo.

Cuando la tarea es temporal o se hace necesaria una reorganización surge la etapa de terminación. La productividad a veces se ve afectada por el sentimiento de pérdida que suelen experimentar sus miembros. El reto es mantener los estándares productivos y morales para poder hacerse cargo del cierre del proceso.

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