Histórico

Letras p, q, r

Parra

Dos grandes hallazgos registró la literatura chilena en 2014: dos descubrimientos poéticos de autores que, curiosamente, superan los 100 años. Uno fue Tus pies toco en la sombra, de Pablo Neruda, un volumen de poemas inéditos, entre amorosos y épicos, rescatados de los archivos de La Chascona. El otro, Temporal, un largo poema de Nicanor Parra, inspirado en los temporales de 1987 y recuperado de una grabación que estuvo perdida 25 años.

Neruda y Parra, los poetas que dominaron el siglo XX chileno, volvieron a encontrarse en el siglo XXI. Parra y Neruda, amigos y rivales, el agua y el aceite, volvieron a medir su sombra. Pero esta vez la cueca la puso Nicanor.

"Si haces un libro completo con esos poemas, no va a quedar títere con cabeza", le dijo Neruda hace más de medio siglo. Estaban en la casa de este último, en La Reina, y Parra acababa de leer algunos textos que formarían Poemas & antipoemas. El libro salió en 1954 y provocó una revolución: la antipoesía abrió nuevos caminos para la poesía en español y puso fin al reinado nerudiano.

El año del centenario de Parra lo atestiguó de un modo imprevisible e irrefutable. No hubo celebraciones oficiales ni pomposas, como sí ocurrió en 2004, para los 100 años de Neruda. Y sin embargo, los actos, muestras y pies de cueca se multiplicaron por el país. Desde una exposición de artistas de San Antonio en un bar de gallos bravos que solía visitar Roberto Parra, hasta las grandes muestras Parra100 en el GAM y Voy & vuelvo en la UDP. Desde la Plaza de Armas de San Fabián de Alico, su pueblo natal, hasta la Plaza de la Constitución en Santiago, escenario de un concierto de piano interpretado por su nieto, Tololo Ugarte.

Parra no fue a La Moneda, pero Michelle Bachelet sí fue a Las Cruces. Y no sólo ella: el 5 de septiembre, día de su cumpleaños, un centenar de admiradores llegó hasta las puertas de su casa, para celebrarlo y aplaudir y zapatear 100 cuecas en su homenaje. Y en todas las regiones, lectores, escritores y profesores leyeron su poema El hombre imaginario.

Sofisticada y popular, culta y callejera, la obra de Parra confirmó su frescura y actualidad. El hermano de la Violeta renovó su lazo con la gente. Fue un fenómeno. Sólo la exposición de fotografías sobre su vida en el GAM convocó 70 mil personas. Es probablemente una de las más vistas del año: efecto Parra.

No todo fue fiesta, desde luego. Las ediciones de Obra gruesa y Temporal se agotaron. Nicanor se instaló en el ranking de libros más vendidos, una excentricidad para un poeta, y la crítica valoró estas ediciones entre lo mejor del año. La antipoesía: una obra poética democrática, transversal y urgente. No pasó lo mismo con Neruda y sus inéditos: el fenómeno Parra lo apagó o el fervor nerudiano no alcanzó para tanto. Como sea, medio siglo después, Nicanor puede disfrutar su victoria: no dejó títere con cabeza.

Andrés Gómez, editor de Cultura.

Privacidad

El 17 de diciembre de 2013 el sitio web Dictionary.com dio a conocer su selección para la palabra del año. No eligió selfie ni twerk, aquel extravagante baile popularizado por la cantante Miley Cyrus. Para el diccionario en línea más antiguo, el concepto más importante era "privacidad". Las razones para elegir esa palabra incluían las revelaciones realizadas en junio del año pasado por el informático Edward Snowden, quien impactó al mundo al divulgar el programa global de espionaje PRISM, y volvió el resguardo del ámbito personal en una gran preocupación pública.

La elección presagiaba una discusión que se intensificó aún más en 2014, debido a incidentes como el robo y filtración de fotos íntimas pertenecientes a más de 100 celebridades como Jennifer Lawrence y Kate Upton. A esto se sumó el reciente hackeo de las redes internas de los estudios cinematográficos Sony, acción que incluyó el robo del guión de la nueva cinta de James Bond y datos sobre un nuevo reinicio de la saga Spider-Man. El grupo Guardians of Peace, que se atribuyó la acción, también amenazó con divulgar emails personales de los empleados de Sony, desde datos bancarios hasta claves de acceso a información privada. Dos ex trabajadores de la empresa ya demandaron al estudio, acusándolo de fallar en proteger sus datos.

La tecnología está redefiniendo este término. "Nuestra definición de privacidad dice 'El estado de permanecer libre de intrusión o perturbación'", dijo Rebekah Otto, jefa de contenido de Dictionary.com en un comunicado y agregó: "La gran pregunta es '¿Libre de quién?' ¿De la otra persona en el restaurante que nos filma con sus gafas Google Glass? ¿De la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos? ¿De la aplicación Waze u otras cosas con las que interactuamos día a día?".

En noviembre la cadena estadounidense HomeDepot reveló el robo de 53 millones de números de tarjetas de crédito, el mayor incidente de este tipo en la historia del retail. Estos incidentes y filtraciones están generando reacciones globales. Según una encuesta de la consultora Harris Poll, el 53% de los mayores de 18 años reforzó las configuraciones de privacidad en sus redes sociales en los seis meses previos al sondeo.

Además, un grupo de 500 escritores, entre los que están Ian McEwan y Hanif Kureishi, firmaron una carta abierta en la que piden a Naciones Unidas que elabore una carta internacional de derechos digitales. Los autores reclaman el derecho de las personas a "permanecer desapercibidos y sin ser molestados" en sus "pensamientos, ambientes personales y comunicaciones".  En tanto, Google, Microsoft, Twitter y Yahoo! pidieron a las autoridades de Estados Unidos que limite las atribuciones del gobierno para recolectar información.

Marcelo Córdova, subeditor Tendencias.

Providencia 

La comuna de Providencia se transformó en un laboratorio político y social. Hace unos 10 años sus habitantes eran mayoritariamente abuelos, gobernados con mano dura por el coronel Cristián Labbé, a quien reelegían una y otra vez. Pero algo empezó a cambiar cuando gente joven que creció en Las Condes, Barnechea o Vitacura quiso volver al lugar desde donde sus padres se habían ido. La comuna también se convirtió en un destino codiciado para los hijos de la clase media; los profesionales de regiones y aquellos que privilegian el transporte público quieren andar en bicicleta y comprar en un negocio de esquina. Se formaron enclaves en Pedro de Valdivia Norte, conocido también como "Provicura", El Bosque, donde alguna vez reinaba sólo Karadima, y el llamado Barrio de las Flores. Estos habitantes redescubrieron el Drugstore, el Lomit's y vieron la expansión del Liguria, el bar restaurant de la transición chilena. Los nuevos vecinos odiaron a Paulman y su Costanera Center y la nueva comuna cambió al Negro Piñera y el Barrio Suecia por el Barrio Italia renovado con artistas y tiendas de diseño con pretensión escandinava. Muchas de estas cosas ocurrieron, hay que admitirlo, bajo el imperio de Labbé, pero había una evidente disonancia entre los aires de la Nueva Providencia y el coronel con un historial ligado a la dictadura y las violaciones a los derechos humanos. La última elección municipal fue la oportunidad para que la nueva Providencia se levantara contra eso.

Se organizaron primarias para buscarle contrincante e inesperadamente ganó Josefa Errázuriz, una candidata desconocida para la opinión pública, pero que había trabajado con los vecinos. Gente que no había votado en su vida, votó y personas que viven o trabajan en la comuna se inscribieron para derrocar al alcalde que contribuyó a darle épica a la campaña de sus opositores: le hizo un homenaje a su camarada Krassnoff, en un recinto municipal, y a Josefa Errázuriz la ninguneó, la trató de dueña de casa, ofendiéndola no sólo a ella, sino que a todas las dueñas de casa del país. Dicen algunos que fue como una campaña del No, pero chica. A Josefa Errázuriz además la apoyó Revolución Democrática encabezada por Giorgio Jackson, que era el chico del momento, y ganó en medio del fervor popular y la furia apocalíptica de Labbé, quien esta vez la llamó "serpiente del paraíso".

Su victoria política transformó a la nueva alcaldesa en una figura pública, pero ya en el cargo ha tenido mucho más dificultades para encontrar el respaldo que tuvo en campaña. Quizás porque no se dio cuenta de que una buena parte de sus votos no eran de ella, sino que contra Labbé, y que bajo ese paraguas convivían sensibilidades distintas, y que en las elecciones siguientes, primarias, presidencial y parlamentaria, sus partidarios se inclinaron por candidatos muy variados. También porque esa fuerza llamada progresismo, que aparentemente levantó a Errázuriz, si es que existe, es compleja, variada y contradictoria y nadie todavía ha logrado darle un cauce.

Los problemas explotaron este año, cuando Errázuriz, después de consultas ciudadanas, aprobó junto al Concejo Municipal una ordenanza que restringía el horario de funcionamiento de los locales que venden alcohol en cinco barrios de la comuna, tal como se hace en Europa, donde varios países fijan normas de este tipo. Pero Providencia no es Londres. Mucha gente protestó contra la medida, incluyendo a algunos partidarios emblemáticos de "la Pepa" como Marcelo Cicali, dueño del Liguria, quien apareció criticándola en Reportajes de La Tercera, y lamentó su poca disposición al diálogo. En The Clinic su ex "amigo" y jefe de campaña, Juan Eduardo Donoso, dijo que a la edil la había "desquiciado el poder". Los dueños de locales o los "empresarios" organizaron manifestaciones, y se armó una pequeña campaña, donde se habló de "Prohibidencia", y se llegó al delirio de comparar a la alcaldesa con Augusto Pinochet, la dictadura y el toque de queda. Ella pro su parte, apareció en Sábado, de El Mercurio, sentada en el palaciego trono municipal hablando sobre la soledad del poder. Finalmente, después de semanas de confusión, en una votación dividida la ordenanza se derogó y las medidas se flexibilizaron. Dos días después, Errázuriz le pidió a seis directores municipales, todos funcionarios de su confianza, que pusieran sus cargos a "disposición".

En medio de todo apareció un viejo conocido sacando cuentas alegres: Cristián Labbé, quien actualmente está procesado por el caso de violaciones a los derechos humanos en Tejas Verdes, confirmó su candidatura a la alcaldía para el 2017. "Mi tarea es recuperar Providencia", dijo. La batalla ha comenzado.

Angélica Bulnes, editora Tendencias. 

Quino

Joaquín Lavado Tejón tenía un tío pintor con su mismo nombre. Por eso, desde que nació le dijeron Quino. Ese mismo tío fue el que lo ayudó a descubrir su vocación por el dibujo, que ya se manifestaba a los tres años y que lo convirtió en el padre intelectual de Mafalda, la pequeña que odia la sopa, enfrenta a los adultos y pide al mundo que pare porque se quiere bajar, y que este 2014 dejó de ser tan pequeña porque cumplió 50 años de existencia. Estos fueron coronados con la entrega del premio Príncipe de Asturias para su creador. "Es la primera vez que nuestros galardones reconocen a un dibujante y lo hacen premiando la obra de un hombre que trabaja, según él afirma, para que el mundo vaya del lado de los buenos", aseguró el Rey Felipe VI cuando le entregó el galardón. Quino, en tanto, guardó absoluto silencio durante la ceremonia y prefirió no hacer discurso alguno.

Pese a que el dibujante decidió dejar de publicar nuevas tiras de Mafalda en 1973, los originales se siguen reimprimiendo y traduciendo y Mafalda aún es rostro de diversas campañas.

Mónica Stipicic, periodista Tendencias.  

Rabia

Las dos veces que vi la película argentina Relatos salvajes con público general hubo aplausos cuando un personaje hace volar un corral municipal de autos remolcados. Lo que se aplaudía, claro, no era sólo la espectacularidad de la imagen, sino la sensación de justicia -de torcida, mezquina y ratonil justicia- evocada en el bombazo. La rabia en el corazón del chileno es una huésped de tiempos antiguos (como se puede comprobar googleando "2 de abril de 1957 gobierno de Ibáñez"), pero el 2014 fue el período en que la rabia nacional conoció nuevas cotas y alcances. Por eso es tan risible que muchos bienpensantes de redes sociales, aquellos que denuncian y funan a conductores, carabineros abusivos y violadores de la ley en general, se escandalicen cuando una turba envuelve en alusa plástica a un tipo acusado de robar en la calle. Claman derecho al debido proceso y alegan por el abierto desprecio de esa turba en los conductos regulares; como si no hubiera una larga lista de razones en el Chile del 2014 para desconfiar de todos los eslabones de esos conductos regulares, desde el patrullero que toma la denuncia hasta el juez que la archiva y olvida. ¿Es violento ver a un pobre tipo en manos de una pandilla de gente que lo amarra a un poste como si fuera un cartel de "Se venden celulares"? Por supuesto. Pero también es violento ver fariseos desconectados de la realidad que miran la imagen y claman por explicaciones sobre cuándo fue que Chile se volvió un país tan "primitivo", "facho" y "agresivo". El discurso que nos presenta como una ciudadanía pacífica y amigable aparece incluso en canciones horrorosas del tipo Si vas para Chile. No es casual que sea un cliché al que se recurre en tiempos de crisis: a nadie le gusta aceptar que vive en un territorio históricamente marcado por el descontento, la angustia y la sangre que corre cuando la gente se harta. El 2014 fue el año en que entendimos que la rabia en Chile no es un accidente o un error, sino parte esencial del paisaje.

Daniel Villalobos, periodista y escritor.

Reformas

El aniversario 25 del triunfo de Patricio Aylwin fue el escenario. La Presidenta Bachelet, el lunes pasado, en parte de su discurso de homenaje al ex mandatario DC dijo que "debemos dar certeza a las ciudadanas y ciudadanos ante la incertidumbre". Raro.

Raro porque sólo un par de días antes, en la revista Capital se publicó una extensa entrevista suya en la que casi de forma casual reconoció que ella prefería haber partido la Reforma Educacional con el fortalecimiento al sistema público. "Mi primer sentido fue partamos con la educación pública mientras hacemos otros avances", fue la oración exacta.

¿Puede generar más incertidumbre que la mayor autoridad de un país reconozca que decisiones tan importantes no se toman a partir de sus convicciones? Creo que no. Menos aún en un año marcado por las reformas tributaria y educacional en el que ya comienza a discutirse la laboral y se anuncia la constitucional. Pero lo concreto es que la Presidenta, tal vez por fidelidad a su estilo alejado de la pompa republicana, nos entregó una frase casi calcada a la de su famosa "intuición" por el Transantiago.

La revelación presidencial abre varias interrogantes. ¿Si la jefa de Estado no quería partir su reforma estrella con el proyecto de fin al lucro, selección y copago, quién tomó esa decisión? ¿Quién puede mandar más que ella en el gobierno?  ¿Él o la responsable de escoger ese camino saldrá en el próximo cambio de gabinete? ¿O en realidad la Presidenta simplemente se quiso desmarcar de un problema que tanta merma la ha traído en su popularidad?

Detrás de la confesión hay un reconocimiento implícito de que en las reformas, las grandes cartas de triunfo para Bachelet, esas que le entregarían las llaves de la puerta de la historia republicana, está el talón de Aquiles de este gobierno. En nueve meses de mandato no hay ninguna encuesta, pero ninguna, ni de izquierda, centro o derecha, que no muestre que el apoyo a las reformas ha bajado y de la mano con eso, el respaldo a Bachelet. Ni las encargadas por Palacio muestran otra cosa. Y eso que en política el que pone la plata pone la música.

Si la calle, esa misma a la que se quiso contentar con las enmiendas estructurales, le ha dado la espalda, es precisamente por la incertidumbre que las reformas han generado. Más encima, por las benditas reformas hemos sido testigos de las mayores peleas de la Nueva Mayoría. A falta de una oposición real, estas han entregado la munición necesaria.

¿Cambiará algo el 2015? Indicio concreto hasta el momento no hay, porque la Presidenta ya notificó a los empresarios en Enade que las reformas son sin marcha atrás y su equipo de ministros se encargó de ratificar que el próximo año es el del cambio a la Constitución. O sea, más incertidumbre.

Tal vez, el bacheletismo está apostando a ese credo de fe que tan buenos resultados le dio en su primero paso por La Moneda, ese que dice que es mucho más importante cómo terminan los gobiernos que cómo empiezan.

 Francisco Torrealba, editor de Política.

Retroexcavadora

Fue la metáfora del año y ha perseguido a la Nueva Mayoría. Fue acuñada como una respuesta a La Alianza. Cuando la presidenta Bachelet todavía no cumplía un mes en su cargo, desde la oposición declararon que la coalición de gobierno estaba pasando la aplanadora en educación. El senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, vocero del conglomerado de gobierno, respondió: "No vamos a pasar una aplanadora, vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura. El lucro, la selección, la discriminación y la mala calidad". Todavía hay gente tiritando, de rabia. La frase no sólo simbolizó el ánimo de cambio, también fue vista como una crítica contra lo que hicieron tres gobiernos de la Concertación en educación, y pese a que varias autoridades le bajaron el tono, la frase reflejó que la Nueva Mayoría no es la vieja Concertación y terminó prematuramente con la luna de miel entre ambos sectores. El autor de la metáfora, mientras, ganó una inusitada atención con ella y recientemente dijo que la retroexcavadora sigue esperando para cumplir su cometido.

Angélica Bulnes, editora Tendencias.

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