Mario Casas: "Si mi presencia sirve para que el público adolescente vea Los 33, me doy por satisfecho"
El actor que interpreta al minero Alex Vega en el filme, que hoy se estrena, cuenta detalles de su personaje y también adelanta como es su película con Rafael.

El actor español Mario Casas tiene cara de chico bueno, pero gran parte de sus seguidores en Latinoamérica y España lo identifican como H., un rebelde sin causa que se roba la cámara en Tres Metros Sobre el Cielo y Tengo Ganas de Ti. El par de filmes fue un éxito inesperado y ganó el apoyo incondicional del público adolescente. Es. también, la audiencia quizás más difícil de seducir por una película dramática e histórica como Los 33. En ese sentido, el actor nacido en La Coruña en 1986 tiene claro su rol: "Si con Los 33 logramos llegar también a un público adolescente en Latinoamérica será genial"
Mientras comienza la promoción de Los 33 en Los Angeles (Estados Unidos), Casas recuerda también con cariño una serie de coincidencias en su vida. "El primer casting al que me presenté fue hace 10 años para El Camino de los Ingleses, una cinta en la quedé y que, curiosamente, terminó dirigía Antonio Banderas. El ha sido una gran influencia y un guía en mi vida".
¿Lo ayudó en el rodaje de Los 33?
Si, fue una gran presencia en el rodaje para todos. En general nos ayudó mucho, pero, claro, se acercaba a mí y me decía 'Pues que el españolito que se venga conmigo'".
Después de filmar dos meses en las minas de Colombia, ¿Qué fue lo que más te llamó la atención en el desierto de Atacama?
Fue deslumbrante. Yo no estoy acostumbrado a ver paisajes así, con esa tierra roja y sin ningún árbol a la redonda. Para mí era como estar en Marte. La primera vez que llegué, me la pasé haciendo fotografías antes de ponerme a actuar. De alguna forma, el paisaje te ayuda a comprometerte con un personaje. Uno no habla igual si está en una mina que en un colegio o un desierto. Había una energía especial y me acuerdo que le preguntaba a la directora Patricia Riggen por mi personaje, por cómo debería abordarlo, pero ella me respondía que me olvidara de todo y sólo pensara que estaba en una mina. Ya está.
El público en Latinoamérica y España te conoce por el rol de H., ¿Fue difícil cambiar de registro y hacer de un minero chileno que además es el chico bueno del grupo?
Totalmente. Es también un crecimiento personal y profesional, es hacer todo lo contrario a lo que he hecho hasta ahora y además es ingresar a una historia con trasfondo social e histórico. Es decir, me parece magnífico que una fan mía vaya a ver esta película. Tal vez me pusieron en Los 33 para atraer un público adolescente, de 15 o 14 años, y creo que es positivo.
¿Hubo mucho desgaste físico para esta interpretación?
Si, bastante. Fue un filme de increíble esfuerzo. Bajé como cinco niños en las dos primeras semanas. Por otro lado, tampoco debía hablar demasiado, pues se supone que uno está muy cansado y mal allá abajo. No era realista tener tantos parlamentos. Al menos mi personaje es así: callado, bastante gestual y sin moverse demasiado. Eso era difícil pues no había tanto diálogo para mi rol.
¿No hubo lucha de egos entre tanto actor masculino, todos concentrados en un mismo lugar?
La verdad es que no. Jamás en mi carrera me he encontrado con ese tipo de problemas y eso que lo he escuchado mucho en este negocio. Aquí no había ningún chupa cámaras ni roba planos. Es decir, el protagonista, que era Antonio Banderas, es un tipo muy terrenal, amigable y sin egos ridículos. Así es que si es que el capitán del barco se encuentra en ese plan, no veo porque alguien más debería hacerlo.
¿Cree que esta película le pueda abrir puertas a Hollywood?
No lo sé. Busco más que nada abrir puertas, cruzar fronteras. Es decir, hice una película más bien pequeña como Tres Metros Sobre el Cielo, que yo pensaba sólo iba a ser conocida en España, y después terminó transformándose en un éxito en varios países del continente.
¿Cómo ha sido la experiencia de rodar en las últimas dos películas de Alex de la Iglesia, Las Brujas de Zugarramurdi y Mi Gran Noche?
Es que eso es increíble. Alex De La Iglesia es divertidísimo y es el clásico realizador con el que siempre me gustaría trabajar, aunque sea para hacer un par de frases. Es brillante, tiene una energía inagotable y sabe perfectamente lo que quiere. Para mi trabajar con él es una suerte pues me ha ofrecido papeles totalmente insólitos. En la última, Mi Gran Noche (que está por estrenarse en España), hago de cantante y comparto cámara con Rafael, que interpreta a un cantante muy similar a él, un intérprete ya mayor. Rafael es otro personaje, lleva ya como 13 años sin parar, de gira en gira. Obviamente yo lo conocía, le gustaba a mis padres y, en fin, está en el ADN de cada uno de los españoles y latinoamericanos, pero más allá de eso puedo decir que en persona es un genio.
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