Aunque tenían la esperanza que el Hospital de Curepto comenzara a atender de manera normal después de la inauguración, las dos personas que aparecieron fotografiadas en la ceremonia junto a la Presidenta de la República aseguran que nunca se les engañó para atenderse en el recinto y que siempre supieron la real situación.

El día de la ceremonia, Marcelina Esparza acudió hasta el hospital debido a que presentaba contracciones, por lo que fue preciso conectarla a un monitor, momento en el cual se encontró con la Mandataria.

"Me llevaron al Hospital a hacerme una ecotomografía y justo llegó la Presidenta. Pero mi hija la tuve en Talca porque acá no atienden los partos. Todos saben que no hay hospital y yo sabía que tenía que ir a Talca o Licantén", señaló.

Igualmente afectado con la polémica se siente Clemente Opazo, el funcionario del centro asistencial que también el día de la inauguración fue visitado por Michelle Bachelet.

"El Hospital de Curepto desde que se cayó el año 2003 está atendiendo con hospitalización domiciliaria. Estuve siete días con licencia por una infección. El día de la inauguración el médico tratante me dijo que me iban a hospitalizar y a las tres de tarde me dieron de alta y volví a mi casa. Han dicho que yo no estaba enfermo y eso es falso", explicó.

Sin embargo, Opazo dijo que cuando regresó a trabajar el día lunes el Hospital no estaba recibiendo pacientes, sólo funcionaba el servicio de urgencias.

Por ahora se espera que en los próximos 15 días llegue la totalidad del equipamiento para que el centro asistencial que costó más de mil 300 millones de pesos comience a atender a los habitantes de Curepto.