SI SE MANTIENE la tendencia, este año habrá 5% más muertes por accidentes de tránsito que el año pasado. Entre enero y octubre de 2010 fallecieron por esta razón 1.356 personas, versus 1.290 en similar período de 2009. Aunque se ha mantenido relativamente estable en la última década -no obstante la duplicación del parque automotriz-, la cantidad de decesos preocupa por los escasos avances conseguidos. Cuando se compara la experiencia chilena con la de otros países -como por ejemplo la de España, que viene bajando las fatalidades desde hace 20 años, pese al crecimiento sostenido del número de autos-, Chile sale muy mal parado.

Además del doloroso costo en vidas humanas, los accidentes suponen un elevado costo social. La Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito ha calculado que los 56.330 accidentes registrados en 2009 significaron pérdidas por unos $ 250.000 millones.

Estas razones hacen que sea urgente mejorar los índices nacionales en el tema. Las estadísticas de la Conaset señalan que la imprudencia de los peatones es la principal causa de muerte, pero que la enorme mayoría de los accidentes tiene como causa basal el manejo irresponsable, ya sea por consumo de alcohol, velocidad excesiva, pérdida de control del vehículo o imprudencia del conductor.

Resulta imprescindible tomar acciones de una vez para sancionar la conducción imprudente. Se han anunciado medidas como hacer más estricta la entrega de licencias o endurecer los castigos a través de un sistema de puntaje, mientras expertos sugieren el uso de fotorradares y otros elementos disuasivos. Un mayor énfasis en la educación del público, partiendo desde el nivel escolar, también es necesario para reducir el número de siniestros y de víctimas fatales en las calles del país.