Histórico

Plagios en el cine: un negocio muy antiguo

La acusación de apropiamiento sobre Paranoia, un filme juvenil que recuerda demasiado a La Ventana Indiscreta, de Hitchcock, trae nuevamente una práctica muy común en el cine.

Para quien actualmente hace su fortuna con una cuota mínima de imaginación, y apela a todas las posibilidades ya inventadas en materia cinematográfica, el caer en acusaciones de plagio es una realidad que está a la vuelta de la esquina. Eso es lo que pasa a menudo en Hollywood, donde cada cierto tiempo surge una acusación de apropiamiento indebido de alguna obra ya creada.

La noticia de que ayer los estudios DreamWorks -de propiedad de Steven Spielberg- y Universal fueron demandados por haber plagiado en su filme Paranoia (Disturbia) el cuento Murder from a Fixed View point, del escritor Cornell Woolrich, volvió a poner en discusión la delgada línea que separa la escasez de ideas con el abierto robo de estas.

Murder from a Fixed View Point es una novela policial sobre una persona que desde su ventana observa lo que parece ser un crimen, de la que en 1953 Alfred Hitichcock compró sus derechos y la versionó con el nombre de La ventana indiscreta, la que resultó no sólo uno de sus títulos más populares, sino que además en una de las cintas que mejor representó sus ideas y obsesiones personales.

Paranoia fue calificada al momento de su estreno como ""una versión adolescente de La Ventana Indiscreta", como dijo el New York Times, y el periódico Toronto Star la llamó "un plagio con ingenio". Esta cercanía hizo que se presentara una demanda por plagio en una corte de Manhattan por usar un argumento ajeno sin autorización de los titulares de los derechos. El argumento del filme fue escrito por Christopher Landon y Carl Ellsworth, según una idea propia del primero.

"Lo que los acusados no hicieron de manera abierta, legítima y legal, lo hicieron de manera disimulada, con su uso a escondidas de la historia de "La Ventana Indiscreta" sin haber pagado una compensación", sostiene la demanda. De acuerdo a esta, la historia de Paranoia y la de La Ventana indiscreta son "esencialmente la misma". Ambas son filmes de misterio sobre un crimen en las que un hombre, que espía desde su ventana, observa una conducta extraña y confusa en la casa de un vecino. Además, el protagonista en los dos filmes se comporta de la misma manera, se relaciona con personajes similares y la trama se desarrolla básicamente igual, sostiene la demanda.

ROBOS Y HOMENAJES
Pero plagiar en el cine es algo más complejo. No sólo se trata de tomar una obra literaria sin permiso (algo bastante infrecuente), sino el que una cinta copie a otra es pan de cada día. Hay quienes copian el argumento, y eso es posible de determinarse como plagio, pero hay otros que copian escenas, o planos determinados, y se entiende más bien que es un homenaje o una cita.

Es célebre la abierta copia de El Rey león (el filme de Disney que resucitó al estudió en los noventa) con el clásico japonés Kimba, el león blanco. En internet hay decenas de páginas que muestran cuadro a cuadro la desvergüenza del filme estadounidense, donde sus productores cometieron el "error" de desconocer la película de Osamu Tezuka (1965) cuando preparaban el filme.

En el último tiempo, varios ejemplos de películas famosas llegaron a tribunales aunque no es frecuente que se falle en contra de la película plagiadora. Syriana, ganadora del Oscar al mejor guión en el 2006, debió responder en tribunales ante la acusación de la guionista francesa Stéphanie Vergniault por su libreto Oversight, donde afirmaba que había sido copiada en 12 escenas. Un tribunal de París desestimó el reclamo.

También Ridley Scott fue acusado de copiar el argumento de la novela Guerreros de Dios, de James Reston Jr., en su filme Cruzada. Alegó que ni siquiera lo había leído y la acusación que dó en el olvido. Recientemente, Warner bros. denunció que la película india Hari Puttar, y que trata sobre un niño que lucha contra dos ladrones por una fórmula secreta, le pareció muy similar al famoso niño mago de Hogwarts, Harry Potter. Es cierto que el nombre y el niño protagonista puede levantar sospechas, pero la historia no tiene grandes similitudes. Así y todo, el poderoso estudio hollywood está intentando detener el estreno del filme en India, programado para el 12 de septiembre.

En el pujante cine chileno también se produjo una acusación que -como suele suceder en estos casos- quedó archivada. Fue lo que pasó con el filme Fiestapatria (2007), del que un grupo de estudiantes reclamó porque su argumento se parecía demasiado a un corto de escuela, Plato fuerte. El "detalle" era que el director de Fiestapatria, Luis R. Vera, había sido profesor de los alumnos durante la preparación del cortometraje. Hubo amenazas de querellas por ambos lados, pero finalmente nada ocurrió.

Hasta el prestigioso Quentin Tarantino debió cargar con las sospechas en su explosivo debut, Perros de la calle(1991), del que se dijo se basaba en forma demasiada cercana de la cinta hongkonesa de Ringo Lam, City of fire. Si bien su argumento y especialmente su final es casi idéntico, el propio director le bajó al perfil ya que su estilo, dice, es tomar inspiración de todas partes (algo que en Kill Bill queda bastante claro). El propio Tarantino lo explicó así: "robo ideas de todas partes. Los grandes artistas roban, no homenajean. City on fire es una gran película. Yo robo de todas y cada una de las películas que veo".

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