Ya no es sólo la polémica por la violencia en juegos como el GTA-IV u otros títulos similares lo que tiene en la mira a la industria del videojuego. Esta vez, la controversia llega de la mano del Rapelay, un título desarrollado en Japón, cuyo objetivo es violar a la mayor cantidad de mujeres posibles, entre ellas una escolar y hasta una niña de diez años.

Y aunque el juego no es nuevo (la empresa nipona Illusion lo lanzó al mercado en 2006), la polémica en torno a su existencia se reabrió a partir del hecho de que ha sido vendido en distintos países y hasta en las calles de Sao Paulo, según versiones de autoridades locales, contraviniendo la postura original de sus creadores, que supuestamente restringía su venta sólo a adultos en Japón y en otros lugares por medio de locales especializados en pornografía.

El Rapelay reabre la constante polémica en torno a la temática de ciertos videojuegos, porque no sólo incita a violar reiteradamente mujeres en un metro, el tren o un parque -incluidas menores de edad- si no también porque, en otra etapa, el jugador puede incluso obligarlas a abortar para convertirlas luego en sus esclavas sexuales.

Además, su venta en las calles y sus descargas ilegales desde internet, ratifican que existe un importante número de consumidores para contenidos como estos.

En Brasil, algunas ONG dedicadas al tema de internet y su relación con la sociedad, han entablado denuncias en el ministerio público contra el Rapeley y otros juegos similares, advirtiendo que estarían siendo usados por pedófilos como herramienta para la captación de menores, al mostrarles ese tipo de actividades sexuales como algo lúdico y natural.

PRIMERAS ALERTAS
Pero no es la primera vez que se encienden las alertas en torno a este videojuego. Uno de los primeros en abrir los fuegos fue el diario británico Belfast Telegraph, al denunciar que sitios como Amazon o E-Bay estaban comercializando el producto, lo que obligó a estas empresas a retirarlo de sus catálogos y a explicar que no eran ellos quienes lo vendían, si no terceros haciendo uso de su plataforma.

Un debate que se ha extendido también a Estados Unidos, donde autoridades han formulado llamados a repudiar la venta del videojuego o sus descargas desde internet.

OTROS VIDEOJUEGOS EN LA POLÉMICA
La discusión en torno al Rapelay y su polémica propuesta de violar mujeres con desenfreno, no es nueva. La misma empresa que desarrolló el videojuego, Illusion, ya había enfrentado cuestionamientos por títulos como Battle Raper, cuyo objetivo -entre otras cosas- es  desnudar mujeres, amarrarlas y hasta forzarlas a mantener relaciones sexuales.

Y ya hace tres años, en China se solicitó el retiro de otro videojuego nipón, Esclavas del Pabellón Rojo, en que varias jovencitas eran vendidas como esclavas sexuales y atadas con cadenas.