"Yo conozco al ganador". "El nuevo millonario vive en...", "Es joven y trabaja en... ". Estas frases, entre muchas otras de tono similar, son las que escuchan constantemente las telefonistas de la central de Polla Chilena de Beneficencia, luego del sorteo millonario del martes pasado.

Quien llama dice conocer a uno de los dos ganadores del Loto, que por acertar a los seis números salidos desde la tómbola se embolsaron casi $3.000 millones. Uno, apostó sólo un cartón; el otro, dos.

Si bien no hay un conteo formal de los llamados, pues también reciben consultas y requerimientos de otro tipo -comercial, por ejemplo- éstos se suceden desde que se supo que el mayor pozo de la historia tiene dueños.

Una de la últimas frases recibidas ayer fue la de una persona que aseguró que el nuevo millonario "vive en Dalcahue", Isla de Chiloé. Nada de esto está confirmado, aclaran en Polla. Añaden que todo recién se conocerá una vez que el jugador se acerque a una de las agencias para oficializar su premio.

Las incontables llamadas suelen ser parte de lo que ocurre, cuando existen pozos importantes como los de este martes, explican en Polla.

Es por esto que las especulaciones se mantendrán, hasta que los afortunados decidan exhibirse, es decir, cobrar su premio en forma personal, o a través de instituciones financieras. Ambos tienen un plazo de 60 días para realizar dicho trámite. Comienza la cuenta regresiva.

Los boletos de la suerte se vendieron en Talcahuano, Región del Biobío, y en la comuna de Puente Alto, en la capital. El primero salio de una agencia que opera en un container, perteneciente a Marta Mello Vergara (62). La razón: la oficina de apuestas fue arrasada por el tsunami de febrero.

El otro se apostó en una agencia ubicada en un supermercado ubicado en calle Concha y Toro, en Puente Alto, donde se vendieron 7.500 apuestas.