¿Por qué cae la autoestima de los niños y sube la de las niñas?
<img style="padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px" alt="" width="81" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/550385.jpg" /> En la última década, los niños chilenos bajan en casi todos los indicadores de autoestima: entre los 8 y 11 años se perciben menos felices, menos populares y con peores atributos físicos. Mientras tanto, las mujeres se empinan.

Como en casi todo orden de cosas, el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. ¿Medio lleno?: en la última década, las niñas chilenas entre ocho y 11 años se valoran cada vez más a sí mismas. Están más conformes con su apariencia física, sienten que los demás aprecian sus ideas y, sobre todo, dicen ser más felices. La gran brecha que existía en los 90 según el sexo se ha ido estrechando a pasos acelerados.
¿El vaso medio vacío?, se preguntará usted. Es lo que está pasando con los niños hombres. Pese a lo positivo de que la brecha hombre-mujer comience a desaparecer, si se compara a los varones de hoy con los de 10 años atrás, es indiscutible que en la actualidad se quieren menos a sí mismos. Hoy ellos se perciben con menor estatus intelectual, con peor apariencia física, más ansiosos, menos populares y también, menos felices de lo que se sentían los niños de los 90. El único ítem donde hay un avance es en que hoy perciben que se portan mejor.
Estas son algunas de las sorprendentes conclusiones del estudio realizado por las sicólogas Anneliese Dörr y María Elena Gorostegui, "Género y autoconcepto: un análisis comparativo de las diferencias por sexo en niños de Educación General Básica". Realizado en colegios municipales, privados y subvencionados de la Región Metropolitana, los estudios se aplicaron, con una década de intervalo, a alumnos de 3º a 6º básico. Y así como concluye que los varones descienden en casi todos los indicadores de autoestima y las niñas se empinan, la brecha existente entre ambos sexos es igualmente relevante.
LO QUE SE DILUYE
De todas las categorías evaluadas -conducta, estatus intelectual, atributos físicos, popularidad, satisfacción y ansiedad-, sólo en esta última los hombres tuvieron mejores resultados que las mujeres en la década del 2000. Si antes ellos eran quienes llevaban la delantera prácticamente en todos los ítemes, los cambios sociales han ayudado a que las niñas se vean a sí mismas distintas y con mayor seguridad.
Cuando a los niños se les preguntó hace 10 años si les gustaba su físico, cara, pelo y otras características de atributos físicos, ellos respondieron de manera más favorable que las mujeres, quienes en general decían que eran más feas que los demás. Sin embargo, en los 2000 son ellas quienes se sienten más a gusto al mirarse en el espejo.
Cuando se les consultó en el pasado si sus compañeros se burlaban de ellos o si tenían buenos amigos -preguntas referidas a la popularidad-, los niños superaban significativamente a las niñas en resultados positivos. En la segunda medición, nuevamente se invirtió la situación. Hoy, ellas se sienten más capaces que los hombres para hacer amigos y ser aceptadas por sus compañeros.
Suma y sigue. En felicidad y satisfacción, ellas superaron a los hombres. Y también en la percepción de autoestima intelectual. María Elena Gorostegui dice: "Hay expectativas exageradas de los padres en cuanto al rendimiento de los varones y por eso, son más exigentes con ellos".
El gran talón de Aquiles de las niñas, sin embargo, es la ansiedad. En ambas décadas, los niños tuvieron mejores resultados que las mujeres, tema que no es menor porque este concepto está relacionado con los síntomas depresivos.
¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ CAMBIANDO?
Hay muchas explicaciones para los avances en la autoconfianza de las niñas. Entre ellas, los avances en la posición social de la mujer y los cambios en la sociedad chilena. "Las niñas ven que sus madres o familiares mujeres ahora trabajan, tienen un estatus social y algunas son jefas de hogares. Ellas lo perciben de su entorno femenino adulto, que les va transmitiendo estos mensajes en pequeños signos", dice Gorostegui.
Sin embargo, lo que es más complejo de explicar es por qué los niños hombres han disminuido en su autoestima durante la última década, un fenómeno que no sólo ocurre en Chile.
Según algunos expertos estadounidenses, el menor rendimiento escolar y la baja autoestima en los varones puede ser una consecuencia del estereotipo masculino imperante. "La gente todavía piensa que los hombres tienen que estar a cargo. Miran a los niños y piensan que es un pequeño hombre y que, por lo mismo, deben encaminarse hacia el éxito", dice William Pollack, profesor de sicología del departamento de siquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard.
Autor de varios libros sobre el tema y director del Centro de hombres y jóvenes, este especialista enfatiza que el problema de la baja autoestima está relacionado con este pensamiento y con la crisis de identidad que sufren los varones, lo que puede llegar antes de la adolescencia. Mientras la mujer ha ganado espacio y ha reinventado sus roles, el género masculino sigue con un tipo de rol que no ha cambiado en el tiempo.
Diferentes estudios científicos realizados en años recientes muestran que las guaguas masculinas son más expresivas emocionalmente que las niñas recién nacidas. Sin embargo, más grandes la emoción decrece. Se convierten, según el experto, en niños con incapacidad para mostrar emociones verdaderas por el código masculino imperante. "A los niños sólo se les permite llevar la mitad de su vida emocional", dice Pollack.
Para él, los adultos no han comprendido la forma en que los varones se expresan. Mientras que las niñas lo hacen verbalmente, los niños recurren con mayor frecuencia a las acciones. Para William Pollack y por el mismo estereotipo, los niños tienden a alardear sobre sus puntos fuertes para esconder su bajo nivel de autoconfianza. "Pero finalmente, son niños vulnerables que aspiran a una mayor conexión emocional con los demás", dice Pollack.
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