Histórico

Publican libro que Monsiváis preparó hasta el final de su vida

A un año de la muerte del cronista mexicano, aparece la antología Los ídolos a nado, que reúne sus mejores ensayos.

Vivía con 16 gatos en la Colonia Portales. Un sector popular del D.F. mexicano. A Carlos Monsiváis todos lo conocían: era un rockstar de la cultura de su país. Un renovador de la crónica latinoamericana, que podía analizar -invitado por un canal de TV- los movimientos de caderas de Gloria Trevi, para luego descifrar el desencanto de los indígenas con el gobierno de turno.

Monsiváis, que publicó más de 30 obras, recibió en México el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Juan Rulfo y en España consiguió el Premio Anagrama de ensayo (2000), por su libro Aires de familia. La cultura del espectáculo, las tradiciones religiosas y la influencia de lo hispano en el continente fueron la base del volumen.

Sin embargo, Monsiváis, amigo y compañero de generación de los autores Sergio Pitol y José Emilio Pacheco, creía que faltaba más información para dialogar con el otro lado del Atlántico. Y pensó un libro que fuese el puente entre América latina y España. El resultado: Los ídolos a nado, una selección de su obra, que hoy llega a librerías. Fallecido el 19 de junio del año pasado, a los 72 años, Monsiváis sólo logró ordenar el índice. Su amigo y escritor Jordi Soler continuó con el libro, que ahora también aparece en España.

El conjunto reúne 16 ensayos que abarcan desde los mitos de la cultura latinoamericana a la cursilería. En este último, por ejemplo, Monsiváis se pregunta: "¿Cómo aplicar en México la óptica del Kitsch? En Europa, el Kitsch ha sido un proceso de localización del enemigo histórico del gusto; en América Latina es un intento de culminación, la pretensión del éxtasis social e individual ante un símbolo del estatus". Y en otro ensayo, su autor se referirá a Mario Moreno "Cantinflas" como un modelo de lo popular. Monsiváis apunta sobre el comediante, del que mañana se cumple el centenario de su nacimiento: "Cantiflas es el iletrado que como puede se adueña del habla", dice y expone en seguida los índices de analfabetismo en México. En Los ídolos a nado se incluyen escritos inencontrables o que no han sido reeditados, como un ensayo sobre David Alfaro Siqueiros, de 1977, junto a escritos de estos últimos años. Soler dice sobre Monsiváis en el prólogo: "Era un intelectual omnívoro, lo había leído, visto y oído absolutamente todo. Monsiváis era una estrella mediática, lo reconocían sus lectores y los que no lo habían leído nunca, y también los que ni sabían que escribía libros".

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