Cuando la actriz, modelo y ex VJ de MTV Ruby Rose dice que, al recibir la confirmación que había conseguido el rol de Stella Carlin en Orange is the new black, pensó “que estaba soñando”, no está usando palabras de buena crianza. La australiana es fan de la serie desde su estreno en 2013 y para probarlo, hace un tiempo hizo circular un antiguo posteo donde hablaba de lo mucho que le gustaría salir en ella. Así que no es exagerado que,  al teléfono desde Palm Springs, Rose asegure: “Tan sólo tener la audición y saber que la directora de casting (Jennifer Euston, quien nuevamente fue nominada a un Emmy por su trabajo) me estaba considerando para el programa fue realmente espectacular”. Sobre el proceso en sí, comenta: “Estaba nerviosa, y, obviamente, de verdad quería conseguir ese rol. Probablemente quería conseguir ese rol más que cualquier otra cosa de cada audición de mi vida”.

Para Rose, quien interpreta a una reclusa australiana que llega a inmiscuirse en la vida de Piper (Taylor Schilling), Orange is the new black, es un programa feminista, porque retrata a mujeres fuertes. No sólo eso, muestra distintas edades, razas, religiones, contexturas, nacionalidades. “Realmente personifica a todo tipo de mujer y al verlo se siente que hay muchos roles femeninos fuertes, pero si sabes lo que ocurre fuera de pantalla, con todas las guionistas, directoras y mujeres parte de equipo, sabes que este programa es parte de un movimiento feminista y sobre crear igualdad en Hollywood en cuanto a la cantidad de hombres y mujeres”.

Sobre el modo en que la serie creada por Jenji Kohan muestra a la mujer dentro de la televisión actual, la joven de 29 años comenta que  Orange hace una diferencia. “Hay muchos programas de TV hoy, y también históricamente, en que los personajes femeninos son un acompañante a un personaje principal masculino. Muchas veces es más sobre el hombre, sobre su historia y su fuerza, mientras que la mujer es débil, o es sólo la secretaria o un interés romántico”. Y agrega: “Entonces, creo que Orange es tan único porque es uno de esos programas escrito sobre mujeres, son las protagonistas”.

También cree que el éxito de la serie se debe al método de trabajo: “Lo que es brillante son los cambios de guión sobre la marcha. Si notan que hay química o quieren hacer un cambio en un personaje según lo que va ocurriendo en su actuación o vida real”. De hecho, Stella era estadounidense hasta que la escucharon hablando con acento australiano.

El rol social de la serie

Rose aclara que conoce el mundo penitenciario porque su madre trabajó 20 años en el área, haciendo arte terapia primero en un centro de detención juvenil y en una cárcel para quienes esperaban su condena.

“No tuve que hacer mucha investigación, llevaba muchos años haciéndole preguntas a mi mamá. Encontraba fascinante que ella trabajara con personas que habían cometido crímenes. Ella se preocupaba y quería que fueran mejores y que su tiempo en la cárcel fuera más productivo”. Agrega que también ha escuchado sobre cómo es no hacer nada durante la condena, un tema sobre el cual, cree, en Estados Unidos deberían preocuparse más: “Este es otro de los bonus de Orange: “Trae atención al sistema de prisiones y lo que ocurre cuando se sale de la cárcel. Creo que es fantástico que esté llevando eso a la luz”.

Rose ha llamado la atención de Hollywood con su rol, y, aparte de múltiples menciones en la prensa, ha  sido perfilada luego de decir que cree en la “fluidez de género”, más allá de sentirse sólo mujer u hombre. Además, la popularidad fuera y dentro de pantalla la ha llevado a conocer a gente como Justin Bieber, con quien se sacó una divertida selfie ya que comparten algo de parecido físico, o reunirse con la más famosa estrella de pop: “Siempre bromeaba sobre querer ser mejor amiga de Taylor Swift y ella me contactó para decirme que es fan del show”.