En la madrugada del domingo 16 de agosto de 2009 un sencillo trabajador de la Feria Modelo de Ovalle, Roberto Bernardo Rojas Ramírez (43), se bajó de un taxi colectivo en la población El Mirador de la misma ciudad.

Había salido en la noche del sábado junto a unos compañeros de trabajo, para divertirse en locales nocturnos, y a esa hora intentaba regresar a su casa, en calle Felissa Leicel del cercano sector de Villa Tuquí. Pero jamás llegó. A las 04.55 fue encontrado moribundo en la vía pública por vecinos de la calle Crepúsculo, muriendo luego a causa de una puñalada en el tórax.

Tres jóvenes, dos de ellos menores de edad, lo habían asesinado sólo para robarle sus pertenencias: un teléfono celular y una billetera con 70 mil pesos.

Luego de concluir un juicio a raíz de este caso, el Tribunal Oral de Ovalle sentenció a 20 años de presidio al autor material del crimen, Johnny Alberto Muñoz Robles (19), por el delito de robo con homicidio. En tanto, los menores de edad, de iniciales E.C.C. (17) y D.A.Y. (15), fueron condenados a tres años de libertad asistida y cuatro de internación en régimen cerrado, respectivamente, por el delito de robo con violencia.

La investigación se realizó sobre la base de la interceptación de las llamadas telefónicas que los sujetos realizaron con el celular de la víctima. Fue así como lograron ser aprehendidos. Además, E.C.C. colaboró con antecedentes que permitieron establecer fehacientemente la responsabilidad de Muñoz Robles.

El homicida había sido sentenciado anteriormente en tres ocasiones, por delitos de robo con violencia cuando era menor de edad. En la misma noche en que mató a Rojas Ramírez, cumplía condena por robo con intimidación, lesiones y daños en el Centro de Internación Provisoria para jóvenes de La Serena, pero gozaba del beneficio de salida nocturna los sábados.