La gran sorpresa de la Copa América llegó en cuartos de final, el anfitrión y gran candidato, Argentina, no pudo ante Uruguay y terminó viendo como el cuadro "charrúa" celebraba en su propia casa.

Como siempre, los uruguayos pusieron garra y fútbol y a pesar de jugar buena parte del partido con un jugador menos, lograron igualar 1-1 en el tiempo regular y el suplemenatrio, y en los penales no fallaron y sentenciaron su paso a semifinales.

Aún ante la eliminación, el público transandino despidió a su equipo entre aplausos, ya que Argentina jugó muy bien por momentos, pero nuevamente terminó buscando más por sus individualidades que en conjunto.

Temprano en el partido, a los 6', Forlán ejecutó un tiro libre, ganó Cáceres de alto, Romero atajó de gran forma, pero dejó al balón en área chica y Pérez la metió adentro.

Tras ello, los albicelestes se fueron con todo arriba y la presión tuvo sus frutos con un cabezazo de Higuaín, que definió tras un gran pase de Messi.

De ahí en más, le anularon un gol a los dos equipos, y cuando se terminaban los primeros 45', Lugano estrelló un balón en el travesaño cuando Romero no llegaba.

Con uno menos (expulsaron a Pérez a los 39'), Uruguay jugó mejor en el segundo tiempo, sin embargo Muslera siguió siendo figura y fue el gran responsable de mantener el empate tras salvar con los pies un tiro libre de Tevez que se desvió y luego en el rebote atajar un potente remate de Hihuaín.

Luego de la expulsión de Mascherano a los 89', el partido se igualó y en el tiempo suplementario los dos tuvieron ocsiones, pero al final llegaron los penales.

Messi y Forlán no fallaron al igual que Burdisso y Suárez, sin embargo, Tevez, el más pedido por el público remató a media altura y al centro y Muslera atajó.

El silenció se apoderó del estadio de Santa Fe, sobre todo cuando Cáceres tomó el balón para ejecutar el último penal cuando iban empatados 4-4.

Su remate, fuerte, arriba y a la izquierda de Romero, fue imposible para el portero argentino, que vio desde el suelo como los orientales iniciaban la celebración en medio del silencio en el "cementerio de los elefantes".