Columna de Gabriel Zaliasnik: Hombre mirando al sudeste



En un memorable dialogo de la película argentina “Hombre mirando al sudeste”, el personaje Rantes se pregunta: “¿Por qué los seres humanos parecen resignarse a tantas cosas que los están destruyendo, y por qué hacen tan poco por modificar esas cosas?¿Se están suicidando por estúpidos o están pagando culpas?”.

Las palabras resuenan a la luz de lo que acontece año tras año con los incendios en Chile, pero también con lo que ocurre en otros ámbitos. La incapacidad del gobierno para hacerse cargo de los problemas, buscar soluciones, anticipar escenarios, es puesta a prueba tanto por la naturaleza como por la política. Así, la inacción que se expresa en una alarmante falta de planificación para enfrentar los incendios de las temporadas estivales es la misma que ha llevado a desfondar el sistema de Isapres, poniendo mayor presión en Fonasa y el fallido sistema público de salud. Por ello, hieren las frases tardías y vacías del Presidente de la República ante la catástrofe de Viña del Mar y Quilpué: “No los dejaremos solos”. Los puntos de prensa y las imágenes distribuidas -probablemente por asesores comunicacionales- son una verdadera impostura.

Si algo enseñan los casi dos años transcurridos desde que asumió el Presidente Boric es que en Chile estamos solos, con un gobierno alejado de los problemas y realidades que afrontan los chilenos. Un Presidente cuya mayor presencia se notó meses atrás en las tribunas de los Juegos Panamericanos, pero que aparece ausente cuando se trata de gobernar. La delincuencia se persigue con mera retórica, las catástrofes se enfrentan con discursos frívolos, las escasas obras públicas se inauguran con una que otra poesía. Con ello pretenden adormecer a la ciudadanía y evadir sus responsabilidades.

En el mundo imaginario y paralelo de nuestras autoridades, los incendios, al igual que las inundaciones en invierno, o el derrumbe en el campo dunar de Reñaca, solo sirven para abonar su frívola preocupación por el cambio climático como ariete de su ideario político. Son hábiles en el lenguaje, mas no en la acción, al punto que llamaron “política exterior turquesa” el intento de posicionar a Chile como actor en la mitigación del cambio climático, la protección de los océanos y los distintos ecosistemas, olvidando tomar medidas que impidieran o atenuaran, en la práctica, las catástrofes. Incluso si, como alternativamente se afirma, los incendios fueron intencionales, como ocurre en La Araucanía y ocurrió antes con el Metro, el gobierno debería dar suma urgencia al proyecto de ley que fortalece y moderniza el sistema de inteligencia (boletín 12.234-02), ingresado en 2018 por el entonces Presidente Sebastian Piñera. La inacción denunciada por Rantes revela el fracaso de una generación adobada por su arrogancia y mal entendida superioridad moral.

Por Gabriel Zaliasnik, profesor de Derecho Penal, Facultad de Derecho, Universidad de Chile

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.