Columna Maisa Rojas: Tres eventos extremos en menos de un año

Personal de Carabineros ejecuta el rescate de vecinos en el borde del río Claro, en Talca.
Personal de Carabineros ejecuta el rescate de vecinos en el borde del río Claro, en Talca. Foto: Alex Beltrán / Agencia Uno.


En lo que va del año 2023 van tres eventos meteorológicos extremos que han resultado en desastres socio-naturales con cuantiosos impactos: incendios forestales, en febrero, y los dos eventos de inundación, en junio y agosto.

Sabemos que el cambio climático ha aumentado -y seguirá aumentando- tanto la frecuencia y la intensidad como la duración de diversos eventos extremos, como olas de calor y precipitaciones extremas. Es por esto que el cambio climático se debe entender como un multiplicador o amplificador de riesgos.

En años recientes ha habido un creciente interés en entender mejor un grupo de eventos extremos llamados “eventos compuestos”. Este tipo de eventos se definen como la combinación de dos o más eventos meteorológicos o climáticos – no necesariamente extremos – que ocurren al mismo tiempo, cercanos en el tiempo o al mismo tiempo en distintas regiones. La combinación de múltiples forzantes o amenazas contribuyen a un mayor riesgo ambiental o social.

Es decir, en general los impactos de este tipo de eventos son mayores. De hecho, se ha observado que la ocurrencia de eventos compuestos ha aumentado en el mundo y, además, se espera que aumenten en frecuencia con el aumento del calentamiento global. Los tres eventos ocurridos en Chile este año pueden ser considerados como eventos extremos compuestos. Me refiero a los incendios forestales de febrero, donde la ola de calor extrema se combinó con sequía, y los dos eventos de inundaciones que acabamos de experimentar, donde precipitaciones fuertes se combinaron con temperaturas altas.

Adicionalmente hay que considerar que varias de las regiones fueron afectadas por el evento precipitaciones e inundaciones en junio y agosto (Maule, Ñuble y Biobío), además sufrieron los incendios forestales en febrero pasado, con solamente unos cuantos meses de diferencia. Los impactos acumulativos sobre personas, infraestructura y suelos son, por lo tanto, desmedidos.

Aunque aún no tengamos los costos económicos totales de estos eventos, hace poco el Ministerio de Hacienda anunció que el país “ha tenido gastos mayores a lo presupuestado, ligados, entre otros, a las respuestas de las emergencias, tanto a los incendios en el verano y las inundaciones”.

Esta realidad nos llama a la urgente necesidad de adaptarnos a los impactos del cambio climático, tal como nos mandata la Ley Marco de Cambio Climático publicada en junio de 2022, que tiene como objetivo “adaptarse al cambio climático, reduciendo la vulnerabilidad y aumentando la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático”.

Para esto el Ministerio del Medio Ambiente ha puesto al alcance de la comunidad información sobre amenazas y riesgos para el país mediante la plataforma Atlas de Riesgos Climáticos (ARClim), desarrollada en colaboración con 27 centros de investigación a lo largo de Chile. ARClim es la base de la implementación de la “Plataforma de Adaptación Climática”, cuyo objetivo será servir de sistema de información nacional para la adaptación. Esta plataforma, que involucra mapas de vulnerabilidad y proyecciones climáticas para nuestro país, está diseñada para apoyar la elaboración de políticas públicas y la implementación de medidas de adaptación y su evaluación. Un ejemplo contingente de su aplicación es el riesgo de desborde de ríos a nivel comunal.

Además, el ministerio está trabajando en la elaboración de cadenas de impacto específicas para cada región de Chile. Esto en el marco de la elaboración de los Planes de Acción Regionales de Cambio Climático (PARCC) los cuales también están incluidos en la Ley Marco de Cambio Climático.

Es imperativo hacernos cargo de la discusión de fondo. Los eventos que estamos presenciando y padeciendo nos imponen una gran responsabilidad: implementar acciones urgentes para, tal como lo establece la Ley de Cambio Climático, ser resilientes al clima para enfrentar más preparados los eventos extremos y ser carbono neutrales para no seguir contribuyendo al calentamiento del planeta. El cambio climático es una realidad y sus efectos los estamos viviendo hoy.

Y, tal como ha quedado en evidencia en los eventos de este año, el costo de la inacción será siempre mayor al de actuar con decisión.

Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente.

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