Copia o muerte

Giorgio
Foto: Rudy Muñoz


Su lanzamiento fue originalmente suspendido por los eventos que se desataron el 18 de octubre del año pasado. Giorgio Jackson y Paula Espinoza nos ofrecen un libro con varias rarezas. En efecto, es algo extraño por estos días entretenerse leyendo un texto sobre política, más todavía cuando supera las 200 páginas; una propuesta de ilustraciones e infografías que a ratos se combinan con densas abstracciones filosóficas, las que sin embargo se van materializando con ejemplos e historias de vida que nos facilitan la comprensión de ciertos fenómenos.

Es raro, y se agradece, que se nos plantee una tesis que, aunque no original, ofrece una perspectiva diferente y ciertamente más fresca de las que hemos venido escuchando en los últimos meses. Ya que, si tradicionalmente el debate sobre la redistribución del poder se centró en la dimensión económica primero, pasando después por la política, social y territorial, la tesis de este libro -si pudiéramos resumirlo de algún modo- es que una de las mayores formas de dominación y control estriba en el actual esquema de propiedad de las ideas y restricción a las formas de conocimiento. De esa manera, la captura de la tecnología por parte del capitalismo no solo añade una nueva fuente de fragilidad, sino que representa una severa amenaza a nuestra libertad y dignidad, entendida esta última como la capacidad para trazar nuestros propios planes de vida.

Mediante preguntas y respuestas, el libro discurre en el intento por caracterizar al sujeto moderno, ese atribulado por las amenazas de un mundo que pudiera acabarse, donde cambian las estructuras productivas y las formas de trabajo; en la que nuestra individualidad ha sido reemplazada por un número en la sociedad, cuyas tradicionales formas de participación se derrumban frente a la desconfianza y la deslegitimidad, en lo que hace prioritario el esfuerzo por descubrir y dibujar una nueva identidad. Una nueva revolución, donde el antiguo proletariado es reemplazado por el "cognitareado", la que desafía la concentración exclusiva y excluyente de la propiedad intelectual, patentes, medicamentos y otras regulaciones que han permitido la apropiación y acumulación de un bien público y universal: nada menos que la tecnología y el conocimiento.

Y en esta propuesta para recuperar el control de nuestras vidas, se mezclan -de manera bastante paradojal habría que destacar- una visión simultáneamente comunitarista y liberal, donde el recelo por la globalización o la necesidad de reestablecer muros y fronteras, conviven con la centralidad de aspirar a un individuo nuevamente autogobernado, con pleno control sobre su destino.

Recomiendo este libro, el que -y no podía ser de otra forma- puede descargarse gratuitamente desde la red.

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