Democracia sin contenido



SEÑOR DIRECTOR

Desde hace poco más de un año, de manera vertiginosa, Chile se ha ido constituyendo en un país en que las categorías de la democracia moderna, tal y como hemos entendido nuestra República, se han ido vaciando de contenido. Por ello, no es de extrañar que desde diferentes e impensados sectores se intente encontrar espacios donde el gobierno pueda ser doblegado, lo que sin duda alguna resulta un quiebre en nuestro orden constitucional, en tanto las instituciones que son estables por definición se vuelven impredecibles.

Con todo, la decisión del Presidente de la República de acudir al Tribunal Constitucional intentó un esfuerzo de hacer valer la institucionalidad. En vista del paisaje que se deja ver, no es temerario suponer que quizás estemos ante el último Mandatario que ejerza el poder conforme a los estándares clásicos de una democracia constitucional moderna.

Emiliano García

Fundación Jaime Guzmán E.

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