Difusión de la información de los programas sociales



Por Tomás Rau, profesor asociado y director del Instituto de Economía UC

El éxito de todo programa social ya sea de intervención laboral o transferencias hacia las familias (como se han visto en los últimos meses), descansa en el hecho que dichos programas lleguen a los grupos objetivos. Existe una vasta literatura que muestra que en muchas ocasiones esto último no ocurre y algunos de los motivos esgrimidos típicamente son la falta de información y lo intrincado del proceso de postulación.

Para entender de mejor forma cómo influye la difusión de la información en la adopción de los subsidios, junto a Claudio Mora-García estudiamos el rol que tienen los pares en la adopción del Subsidio al Empleo Joven (SEJ), lanzado el 2009 después de la crisis subprime y que adoleció de una baja tasa de adopción en sus primeros años (20% aproximadamente). Dado que no es trivial a priori determinar qué redes son las más importantes para la difusión de la información, analizamos dos: aquella generada por los compañeros de trabajo y la de los excompañeros de colegio, por tratarse de jóvenes entre 18 y 25. Este último tipo de redes no había sido, hasta ahora, estudiado por la literatura especializada.

Encontramos que la probabilidad de que una persona se convierta en beneficiario del programa aumenta mientras más compañeros de trabajo y de colegio lo hayan adoptado. Este “efecto par” es principalmente determinado durante los primeros 24 meses de la implementación del programa y también depende de la fuerza de las relaciones en las redes. Así, redes con vínculos más fuertes, medidos por una mayor duración de la relación laboral que implica un mayor tiempo con los compañeros de trabajo, presentan un efecto par significativamente mayor que redes con vínculos más débiles. Es esperable un mayor flujo de información sobre el programa entre grupos que se conocen por un tiempo más extenso.

Si bien las extrapolaciones son siempre complejas, las implicancias de nuestro estudio, recientemente aceptado para publicación en la revista Review of Economics and Statistics, indican que, si el gobierno desea promover la participación en sus programas, una manera efectiva de hacerlo es explotando la estructura de las redes y haciendo una fuerte campaña de lanzamiento al inicio de cada programa. En el caso del SEJ, se podrían visitar empresas con baja rotación (donde el vínculo es más fuerte), pero también liceos técnico-profesional donde la transición colegio-trabajo ocurre con más frecuencia. Esto es importante porque los programas sociales muchas veces buscan reducir desigualdades, pero para ser efectivos requieren llegar a las personas que se pretende afectar de forma oportuna. Luego, no solo el diseño y los beneficios teóricos de las ayudas del estado importan, sino que la difusión de dichos programas para que lleguen a quienes deben recibirlos y logren así los objetivos trazados.

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