La semana del clima
SEÑOR DIRECTOR
Termina la Semana por la Acción Climática, más de 100.000 personas marcharon en Chile y varios millones en el mundo, mientras en los salones de la ONU esta temática se trató de manera especialmente urgente.
La discusión es relativamente acotada, pero poderosa. La quema de combustibles fósiles y la deforestación, principalmente, han fortalecido el efecto invernadero, calentando la Tierra. Esto acelera y profundiza el cambio del clima, con múltiples repercusiones en nuestros derechos, economía y vida. Debemos enfrentar las causas y consecuencias y, siendo la atmósfera un bien común de la humanidad, la única forma posible es la acción global colectiva.
Las soluciones son conocidas, pero dependen de decisiones, canalizadas en el proceso político. Se requiere ambición por el futuro, pues las consecuencias de no actuar son indudablemente mayores que las de hacerlo, pero su distribución no es la misma. La inacción es más costosa para países como Chile, para personas en situaciones más vulnerables y para las generaciones futuras.
Las actividades y marchas levantaron la alerta por la ambición, pero ella se verá de verdad en las contribuciones nacionales (NDC) que se presenten en la COP25 y posteriormente. Nuestra responsabilidad mínima es que el NDC de Chile sea tal, que sí todos los NDC fueran como el nuestro, podríamos limitar el calentamiento global a 1,5º. Las medidas que se establezcan deben ser, además, normativamente potentes y no meras declaraciones.
Cerrar termoeléctricas al 2030, reforestación nativa, asegurar el derecho al agua, firmar y ratificar el Acuerdo de Escazú e incorporar variables de justicia climática, son parte importante de las demandas por acción climática. Concretar esto sería verdaderamente mostrar el liderazgo de Chile y proteger el futuro de nuestro país y nuestras familias.
Ezio Costa
Abogado, Director Ejecutivo ONG FIMA
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.