SEÑOR DIRECTOR

Pese a que continúan los saqueos y las marchas con variados petitorios, el ambiente está relativamente más tranquilo.

Quienes no hemos sufrido consecuencias materiales a raíz del estallido social, vivimos pendientes de lo que se hace o no para restablecer una paz duradera. Por ello apreciamos las medidas que apuntan a reactivar la economía y asegurar el empleo; en cambio, no comprendemos bien la decisión de acompañarlas de la entrega de bonos, que fue la estrategia del gobierno pasado.

Pero lo que es más importante y nos causa profunda preocupación es la falta de firmeza del gobierno en materia de decisiones no económicas. Es apremiante que el Ejecutivo deje de titubeos cuando se trata de frenar a los narcos y delincuentes: tiene las atribuciones para hacerlo y para recuperar la fe en el futuro la población espera que las autoridades las utilice. Las dudas y la debilidad son mala señal y surge la impaciencia.

Rose Cave S.