SEÑOR DIRECTOR

El CRUCH ha decidido limitar el acceso de las universidades a los datos de quienes rinden la PSU. Esto apunta a evitar la oferta de beneficios especiales a los estudiantes y de paso obstaculiza ciertos procesos también especiales y necesarios de admisión.

Y es sorprendente la razón esgrimida por un directivo del CRUCH al señalar que tales ofertas obnubilarían a los jóvenes, induciendo que no podrían ellos evaluar bien. O sea que se duda de la capacidad de los postulantes, y asimismo de sus familias, que por cierto están a su lado en un proceso tan importante como es la decisión por el lugar donde estudiar.

La interacción directa con jóvenes es más profunda y ayuda a despejar las comprensibles inquietudes o dudas que puede generar una mera y escueta información escrita. Pareciera haber en la medida del CRUCH una defensa más bien corporativa.

Moisés Silva Triviño

Director general de Efectividad Educativa Universidad San Sebastián