Lo que nadie esperaba

José Antonio Kast presentó sus propuestas para el deporte este martes. Foto: Karin Pozo / Agencia Uno.

Difícilmente los analistas podrían haber proyectado hace solo un año el cuadro electoral de polaridad que hoy se vive en Chile. El hecho de que Sichel se haya virtualmente derrumbado y que Kast aparezca en los primeros lugares, nadie podría haberlo imaginado en el pasado reciente y menos aún después del plebiscito y de los resultados de la elección de constituyentes.

Al margen de la legítima pregunta de qué tipo de derecha tenemos en Chile, recordando las posturas de Desbordes o de Ossandón en términos de una derecha social o las liberales de Evópoli, bien vale declararse sorprendido por la forma en que en buena parte de los electores ha ganado espacio un candidato de extrema derecha que prácticamente se declara contrario a todos los avances sociales, políticos y culturales que han hecho de Chile un país mucho más diverso, tolerante, participativo y con mayor claridad de que los derechos ciudadanos deben ser respetados y la opinión de cada quien, tomada en cuenta.

Todo lo anterior solo demuestra que la gran mayoría de los votantes no son de izquierda ni de derecha y que en países como el nuestro, golpeado por la dictadura en los setenta, por la pandemia, la corrupción y los abusos en el último decenio, la incertidumbre y el miedo ganaron espacio y, con ello, la búsqueda de opciones personales de orden, seguridad y estabilidad.

Así, a escasos 18 días de la elección del 21 de este mes, lo que muestra Chile es un cuadro de polarización que nadie esperó ni proyectó y que impone una dinámica política que probablemente tenderá a resolverse en la última semana de campaña. Si se toma como punto de referencia lo que dicen las encuestas, el nivel de indecisos, el universo de votantes de más de un millón de electores mayores de 55 años que no ha sufragado en las últimas elecciones y el hecho de que aún buena parte de los chilenos y chilenas no tiene su decisión final tomada, habría que partir del supuesto de que entre Boric, Provoste y Kast, surgirán los dos nombres que pasarán a segunda vuelta. En cualquier caso, una primera mirada indica que Kast podría ganarle a Boric en segunda vuelta, por el efecto de campañas del terror y el temor de muchos sectores al rol del PC en su hipotético gobierno y a la falta de experiencia del candidato para el ejercicio del cargo, en un período tan difícil como el que viene.

Probablemente mucha gente no se pregunta aún sobre los daños de un gobierno conducido por alguien de ultraderecha que en vez de subir impuestos a los más ricos piensa bajárselos, o que quiere mantener el sistema de AFP, que se propone terminar con el Ministerio de la mujer, despedir a 30 mil funcionarios, que no cree en el cambio climático y que admira a Pinochet, entre tantas de sus características. Menos aún de cómo se puede profundizar una división dañina para Chile.

En ese contexto, la palabra la tiene Yasna Provoste, quien enfrenta un desafío histórico de llegar a segunda vuelta para ofrecer la paz y la estabilidad que Chile necesita con urgencia.

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