Sorprende el impacto mediático que ha producido el cierre de nuestro pequeño emprendimiento “Los Tatas del Pan”, en Vitacura. Somos dos matrimonios de personas mayores, cuyo único sueño era tener nuestra propia panadería de barrio, con productos artesanales de calidad y una relación cercana con nuestros vecinos.

Pero eso no pudo ser realidad. Desde 2021 iniciamos una lucha de David contra Goliat que finalmente ganó la Dirección de Obras de la Municipalidad de Vitacura, con una permisología carente de sentido común que impidió que obtuviéramos patente comercial definitiva.

Durante el proceso conseguimos registro sanitario, certificaciones SEC e incluso la Calificación de Industria Inofensiva, lo que hubiese bastado para asimilar la actividad a equipamiento de comercio, pero la DOM tenía otros planes.

Nos obligaron a obtener permiso de obra menor, algo innecesario porque no hubo aumento de metraje, cambio estructural, ni modificación de uso de suelo. Con esto, se inició una serie interminable de requisitos que implicaban mayores plazos y gastos, algo difícil de aceptar después de cuatro años de lucha.

Entre las observaciones exigieron certificados curiosos, como de instalaciones sanitarias por un lavaplatos que existía anteriormente; certificado de mitigación vial por 2 estacionamientos que estaban desde el origen; certificado SEC por un cerco eléctrico del vecino; y un plano de elevación sur de la casa que al ser pareada, no tiene cara sur.

Entre medio nos multaron y nos clausuraron. Fue un proceso extenso y desgastante para nosotros como adultos mayores, donde cada nuevo traspié implicaba ver cómo se alejaba nuestro sueño, que finalmente nunca llegó.

La reacción de nuestros clientes y vecinos es entendible, son miles los emprendedores que se sienten representados por nosotros, quienes sufren las consecuencias de la burocracia y de la permisología, donde la discrecionalidad se aplica con brutal estrictez, frustrando el sueño de muchas familias. Esto debe terminar por el bien de nuestro Chile.

Por Jaime Ugarte, socio de “Los Tatas del Pan”.