Porvenir de una nación

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Porvenir de una nación. Carlos Quezada / La Tercera


SEÑOR DIRECTOR:

¿De qué hablan cuando dicen que proyectan el futuro de Chile, si una gran mayoría parece no preocuparse por nuestros niños? ¿Cómo podemos imaginar un país próspero si los niños mueren baleados, no tienen acceso a una educación de calidad ni a atenciones médicas oportunas? ¿Cómo hablar de progreso si, desde pequeños, deben aprender protocolos de seguridad para no morir asesinados en sus jardines infantiles, mientras el abuso de menores sigue en aumento y la explotación sexual se dispara?

Nuestra sociedad les ha fallado. Y, lo que es peor, el Estado no solo no los protege, sino que muchas veces también los maltrata. Hemos dejado de ver en cada niño un ser lleno de sueños y esperanzas, para convertirlos en simples números, en “flujos” y “stock”.

¿Quién se ha detenido a pensar en ellos? ¿Cuántos han visto alguna vez una encuesta que pregunte por los niños? Pareciera que no son un tema, y mucho menos una prioridad. Tengo pena y mucha desilusión. Como sociedad, debemos pedir perdón por aquellos a quienes no supimos atender y, sobre todo, por los que a diario seguimos fallando.

Es imperativo que el sector privado y el gobierno unan fuerzas para colocar a nuestros niños en el centro de nuestras prioridades. Solo a través de una colaboración real y comprometida se pueden diseñar e implementar soluciones efectivas a corto, mediano y largo plazo para abordar estas problemáticas que han perdurado por años. Ya no podemos permitir que se prolonguen más; es hora de actuar con determinación para garantizar un futuro digno a cada niño en nuestro país.

Lucy Ana Avilés