Prioridades de mitad de mandato



SEÑOR DIRECTOR:

Cuando un gobierno concreta la mitad de su mandato, sobre todo en un sistema presidencial de cuatro años, debe preguntarse dos cosas fundamentales: ¿qué elementos de continuidad dejará para la próxima administración? y ¿cómo contribuir a que su coalición se mantenga en el poder? Ambas preguntas implican desafíos diferentes en su orientación. Siguiendo a Max Weber, el primero se relaciona con la ética de la responsabilidad y el segundo con la ética de la convicción. Cuando hablamos de ética de los asuntos de gobierno, hablamos del razonamiento que lleva siempre al bien común.

Si pensamos de manera realista, puede que el legado más relevante de este gobierno sea en temas de seguridad. Sí, por mucho que se critique a esta administración en esta materia, se está partiendo por algo esencial que los gobiernos sucesivos agradecerán, esto es, la institucionalidad para abordar la violencia y el crimen, sin ello no habrá efectividad en el combate. Hay dos proyectos fundamentales sobre los cuales sucesivos gobiernos podrán tener una base sólida para poder combatir el crimen; me refiero al proyecto de ley del Ministerio de Seguridad Pública y el proyecto sobre inteligencia. Todos quienes conocen de manera seria las dinámicas de la lucha contra la delincuencia saben que los resultados no son inmediatos y que las buenas políticas tardan algunos años en verse reflejadas en la vida cotidiana. Así, gran parte de los esfuerzos debieran estar puestos en que ambos proyectos vean la luz de la mejor forma.

Por otra parte, es deber de todo gobierno proyectar a su coalición, salvo que no desee continuarla. El problema de las izquierdas es que no pueden darse el lujo de estar desunidas y desafortunadamente tienen esta paradojal tendencia. Un gobierno con verdadera convicción de transformación necesita buscar la unidad de su sector y este gobierno debiera hacerlo con una agenda que muestre un proyecto de unidad de la izquierda y la centroizquierda en las próximas elecciones municipales. Ello debiera realizarse de manera inteligente y responsable, donde el gobierno apoye candidatos que tienen una buena gestión probada e irreprochable. Si la coalición gobernante pierde las municipales, es muy difícil pensar en alguna posibilidad de continuidad en el poder.

Este es un año decisivo, se marca la ruta de salida y la proyección. Sin haber alcanzado resultados relevantes hasta el momento, es hora de cumplir promesas de campaña y ponerse muy serios para arremeter con una agenda convincente de segundo tiempo.

Daniel Grimaldi

Director ejecutivo Fundación Chile21

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