Quórum de dos tercios


SEÑOR DIRECTOR:

La Comisión de Normas Transitorias aprobó una indicación para subir el quórum de mayoría simple o absoluta (dependiendo del tema) a dos tercios para cualquier reforma constitucional hasta 2026 -si es que gana el Apruebo-, lo que generó opiniones polarizadas.

Por un lado, hay quienes señalan que es una manera de proteger a la nueva Constitución de “instituciones que no tienen razones para tener lealtad con ella”, como lo sería el actual Congreso. Por otro, voces que califican el aumento de quórum como un “cerrojo”.

Sin embargo, este debate tiene características artificiales y cae en exageraciones que no son consistentes con la realidad. En primer lugar, porque el actual Congreso no fue elegido bajo el sistema binominal heredado de la dictadura, sino con el sistema electoral de la reforma aprobada en el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Pero también, porque muchos de los que hoy critican el aumento a dos tercios, ayer criticaban el uso de mayorías que especifica el actual borrador de nueva Constitución por ser muy permisiva a reformas por mayorías circunstanciales; incluso algunos compararon el borrador con la Constitución de Ecuador.

Por último, cabe destacar que esta indicación aún debe ser discutida y votada en el Pleno de la Convención y se sabe que no hay una postura homogénea al respecto -dentro del Colectivo Socialista y No Neutrales habría voces en contra de la indicación.

No me parece mal que haya temáticas de una Constitución que requieran de supramayorías para ser reformadas. Eso sí, no solo para 2026, sino que sea requisito en general para modificarlas. De lo contrario, reformas constitucionales podrían ser la norma y no la excepción.

Nerea C. Palma

Candidata a Doctora en Ciencia Política UC

Red de Politólogas

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