Ud. puede ser la persona: favor identifíquese

24/08/2020 GENTE EN EL PASEO AHUMADA Mario Tellez / La Tercera CORONAVIRUS - COVID 19 - PANDEMIA - EMERGENCIA SANITARIA - PLAN PASO A PASO - DESCONFINAMIENTO - COMUNAS - SANTIAGO - GENTE - CAMINANDO - TRANSITANDO - AGLOMERACIONES

Quiero morir sabiendo que mis hijos sabrán a qué atenerse en esta vida, sin ser, ni tener enemigos como hoy vemos en cada protesta. Alguien que no claudique ante las presiones empresariales, ni tampoco ante las protestas de algunos por hacer borrón y cuenta nueva de los muchos de los avances que ha tenido de nuestra sociedad.



Esta pandemia que nos ha ralentizado nuestro quehacer, nos ha dado la posibilidad a más de uno, de pensar y filosofar con la vida, con la economía y como debería ser el país que queremos dejarle a nuestros hijos.

Dentro de este contexto y partiendo por la mera actualidad se puede concluir que, estando o no de acuerdo con el actual Presidente, sus políticas sanitarias y económicas, etc., al 99% de la población en su sano juicio, no le gustaría para nada estar en sus zapatos. Debe de ser duro y pienso debe estar pasándolo mal.

No obstante esta última aseveración, hay un pequeñísimo porcentaje de personas que escapa a esta lógica general y sueñan con reemplazarlo aun en circunstancias tan complejas de pandemia, incontrolados desordenes y una economía incierta; me refiero a los políticos.

En efecto, según consignan las redes sociales y la prensa, ya se han lanzado o manifestado su intención de ser candidatos para reemplazar al actual Presidente unos cuantos. Por ahora tenemos a Matthei, Lavín, Vidal, Sánchez, Jadue, Jiles, Undurraga, Muñoz, Tarud y Desbordes entre otros que vendrán.

Ante tantos y tantas que, con un discurso de falsa humildad o extrema soberbia, se nos ofrecen como si sacrificaran sus vidas para hacernos a todos un favor, me he llegado a cuestionar si no soy yo el que está equivocado y esto de ser presidente sea “papaya”, preguntándome incluso porque no sumarme yo también a esta lista.

Sin embargo, al ver que los nombres de quienes ya se están manifestando uno se da cuenta que, todos sin distingo, son los principales responsables de este Chile peligrosamente polarizado y violento en el que nos hemos convertido. Son los miembros de una clase política de dudosa reputación, desprestigiada y poderosa que, coludidos luchan juntos para mantener su propio poder y que ahora, sin hoja de ruta ni conocimientos suficientes, pretenden erigirse como líderes de la que será si acaso, la etapa más dura de nuestro país en los últimos 100 años.

No obstante estos osados y algunos hasta descarados, me digo: ¡pero tampoco puedo ser yo !, porque - aunque tengo claro lo que el país necesita (como la mayoría) y además imagino cómo hay que hacerlo aunque nos duela a muchos los cambios que serán necesarios -, no soy conocido, no tengo seguidores en redes sociales, no pertenezco a ningún partido político y no me atengo a ideologías políticas.

Aún así creo que debe ser alguien como yo o mejor aún, como Ud.; un ciudadano independiente, profesional, racional y de honesta trayectoria, con las ideas claras de que un país se desarrolla mejor cuando lo hace en paz, con justicia social e igualdad de oportunidades para todos, un ciudadano hacedor de cosas, comprometido con Chile y no con sus amigos o partido político, que tenga recorrido de vida y que no aplique ideologías obsoletas y populistas.

Quiero morir sabiendo que mis hijos sabrán a qué atenerse en esta vida, sin ser, ni tener enemigos como hoy vemos en cada protesta. Alguien que no claudique ante las presiones empresariales, ni tampoco ante las protestas de algunos por hacer borrón y cuenta nueva de los muchos de los avances que ha tenido de nuestra sociedad. Debe tener la facultad de escuchar a “moros y cristianos”, pero no solo para la galería como lo hacen los políticos cuando les sobrevienen malos tiempos. Necesitamos alguien con ideas claras y propuestas concretas, nuestro país no puede seguir aceptando candidatos cuyo único curriculum-vitae es el ser político, que solo ha vivido del Estado y que decididamente desconoce la realidad nacional.

Podemos agregarles al candidato muchos requisitos, pero si acaso lo más importante es exigirle un proyecto económico-social transversal y de largo plazo, realista y transparente, nada que dure un año o hasta las próximas elecciones parlamentarias o presidenciales y dentro de este contexto, me atrevo derechamente a sugerir algo claro, concreto y basado en prioridades, me refiero a lo que llamo, las 4Urgencias; la Salud, las Pensiones, la Educación y la Seguridad (Cívica y Jurídica). Solo así nuestro país tendrá la paz, igualdad de oportunidades y estabilidad necesaria, para entregar una vida, una vejez y una muerte digna a toda la ciudadanía.

Si Ud. que lee estas líneas, es esta persona, favor identifíquese, somos muchos los que lo acompañaremos y lo ayudaremos para hacer de este país un modelo de vida.

** El autor es economista, empresario y autor de libro “Humanizando la Economía”.

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