Una potente señal

SEÑOR DIRECTOR:
La aprobación en el Senado del convenio para evitar la doble tributación con Estados Unidos da por fin respuesta a un largo, y en algún punto casi agónico, anhelo de los inversionistas de ambos países.
En efecto, su negociación se inició hace más de 20 años y aun cuando su firma en 2010 pareció dar una señal de una pronta entrada en vigor, ello no se concretó sino hasta ahora, en que parece ser ya un hecho. Al ser Estados Unidos uno de los mayores socios comerciales de Chile, su entrada en vigencia será, sin lugar a dudas, muy bien recibida.
De entrar en vigencia este año, el convenio beneficiará a los impuestos anuales a contar del 1 de enero de 2024, y a los impuestos mensuales, desde el mes subsiguiente. Ello otorgará a los inversionistas americanos reducciones importantes en las tasas de impuestos de retención sobre rentas obtenidas en Chile, principalmente por servicios, regalías e intereses. Respecto de los inversionistas chilenos en Estados Unidos, estos también verán reducciones en las tasas de impuestos de retención que se apliquen en dicho país, incluyendo una notoria mejoría, por ejemplo, en el caso de los dividendos. Otro de los beneficios para quienes obtengan rentas provenientes de Estados Unidos es que podrán reconocer en Chile los impuestos soportados en Estados Unidos sobre las ganancias de capital e intereses, cuestión que nuestra ley doméstica no permite, al no tener un convenio vigente.
Más allá de los beneficios específicos en cuanto a tasas aplicables, la entrada en vigencia de este convenio es una señal potente, que da certeza a los inversionistas de ambos países, proveyendo un marco normativo claro en materia impositiva en el ámbito internacional y que nos pone en una posición de liderazgo en Latinoamérica.
Sandra Benedetto
Socia del área Legal y Tributaria de PwC Chile
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