Cómo abandonar un grupo de WhatsApp sin ofender a nadie




“Javiera ha abandonado el grupo”, apareció un día en una conversación de mensajería instantánea de ex compañeros del colegio, y aunque todos estaban en coordenadas distinta,s se pudo sentir un innegable silencio incómodo. “¿Se enojó?”, se habrán preguntado algunos, mientras que otros empezaron a revisar qué le habían dicho para que se ofendiera y se fuera. Otros, en tanto, se enojaron porque salir de un grupo sin hacer ningún comentario -al parecer de ellos- es una verdadera falta de respeto.

Pero resulta que en tiempos donde todo se organiza por WhatsApp, algunas personas han llegado al punto de no soportar ser parte de un grupo más. Las apoderadas del jardín infantil, las amigas del colegio, las amigas de la universidad, las de la vida, de la oficina, los que no son amigos en realidad, pero hay algo que los une y siempre hablan de juntarse aunque -todos saben- eso nunca se va a concretar. Si a esto le sumamos grupos relativamente obligatorios como el familiar o incluso en algunos casos el de la familia política, pareciera ser demasiado.

Aunque a veces sí estamos enojados o cansados de ciertas personas o conversaciones, en otras ocasiones solo queremos quitarnos un peso de encima y dejar de perder tiempo en problemas que nos hacen mal o quizás simplemente no nos interesan tanto. Si ya probaste silenciando al grupo y aún así crees que lo mejor es decirles adiós, hay algunas formas de hacerlo de manera poco ofensiva.

En el sitio web Bustle llegaron a distintas conclusiones: Siempre es bueno explicar brevemente que te vas a retirar, y no hacerlo abrupta e inesperadamente. No es la idea que digas que el grupo te aburre y que ya no soportas ver fotos de los hijos de las hermanas de tus conocidas, pero sí dar una razón que se entienda y se traduzca de forma positiva. “Me desconcentro mucho en el trabajo por estar en el grupo, voy a tener que salirme”, o, por ejemplo, “estoy tratando de hacer un detox digital y prefiero estar solo en los grupos urgentes”.

Una vez entregada la excusa, espera unos minutos por si alguien se quiere despedir o decir algo. Si no, francamente es como decir “chao, me voy” y cerrar con un portazo. Espera un solo comentario, responde amable pero firme, y luego retírate en paz. La idea es cerrar esa etapa, así que si de forma privada alguien pregunta por tus verdaderas motivaciones, las puedes explicar de forma educada, pero manteniéndote firme con tu declaración inicial. Lo último que quieres hacer es que se cree un conventillo que se convierta, ya no en un grupo molesto, sino que en 20 conversaciones privadas molestas.

Por supuesto, hay excepciones. Por ejemplo, personas con poco conocimiento de etiqueta digital arman grupos con cientos de integrantes sin preguntar si quieren ser parte de él. En esos casos puedes simplemente retirarte y luego disculparte solo con la persona que te agregó. Lo importante es recordar que siempre es bueno hacer una limpieza y descongestionar nuestros canales de comunicación, especialmente aquellos que nos estén causando ansiedad o aburrimiento. Y algunos grupos incluso pueden estar evitando que superemos situaciones negativas que vivimos, o que no nos estén dejando avanzar con nuestras vidas. Si es así, no lo pienses: abandona el grupo. Pero hazlo bien.

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