Cómo usar el espejo para fortalecer la autoestima




El espejo ha sido utilizado en terapias como una herramienta para trabajar el autoestima y autoconcepto de las personas. Suena cliché, pero es similar a la clásica escena de películas en las que vemos a uno de los protagonistas dándose ánimo mientras se mira al espejo antes de empezar el día, o de un evento importante.

La principal función de esta técnica es reforzar los mensajes positivos y saludables, así como utilizar las cualidades visuales del espejo para vincular la imagen que se tiene de uno mismo. En palabras de la psicóloga clínica especializada en amor propio, Javiera Donoso, la técnica del espejo permite un cambio a través de cómo una persona se habla y se ve así misma. Según comenta, este simple ejercicio puede tener un impacto en la manera en cómo nos pensamos, lo cual progresivamente permitirá tomar decisiones y acciones donde prime la autoconfianza y la aceptación, no el auto reproche ni la inseguridad.

“El objetivo tiene que ver con una línea de programación neurolingüística, de programar tu cerebro o tu pensamiento para que vaya creando un lenguaje potenciador de ciertos aspectos, más que centrarse en el problema. Es una buena estrategia porque fortalece un pensamiento centrado en las virtudes de cada persona, en mirar lo que ya tienes logrado en vez de lo que falta por lograr”, explica. Este ejercicio también se utiliza- con el trabajo adecuado- para potenciar los aspectos físicos y así, aceptar y amar cada parte del cuerpo, superando los complejos. También ha sido ampliamente usada en terapia sexual y de pareja.

Puede que este ejercicio suene fácil, sin embargo pararse frente a un espejo y comenzar a hablarse a uno mismo resulta complejo para algunos. Según explica Javiera, esta técnica puede ir acompañada de un ritual de amor propio, donde la condición sea tratarse con amor y cuidado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este mecanismo puede no ser útil para todas ya que, según explica la experta, existen personas que pueden tener una actitud negativa hacia sí mismas o que tienen incorporado un diálogo de autocrítica, y esta herramienta podría incluso perjudicarlas. “Es por esto que a ciertos pacientes les sugiero que hagan una lista de cualidades, habilidades y aptitudes. En caso de que no lo logren, habría que hacer un trabajo inicial para encontrar esos refuerzos positivos y así permitir que de a poco logren encontrarse con este ejercicio y que resulte favorable. Pueden partir hablándose con dulzura y cariño, hacer un coach personal, para que finalmente no sea una mala experiencia”.

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