Los peligros de tomar suplementos vitamínicos sin supervisión

Durante el invierno los suplementos vitamínicos se han convertido en la respuesta de moda para potenciar nuestro sistema inmune. Sin embargo, detrás de esta tendencia se levantan alertas que hay que tener en cuenta.




Las bajas temperaturas y el aumento en los casos de influenza nos han hecho explorar todas las maneras de fortalecer el sistema inmunológico y ganarle al invierno. Ya sea para prevenir o tratar las enfermedades que acompañan esta época, los suplementos vitamínicos se han vuelto uno de los recursos más populares. Pero detrás de esta aparente solución se esconde un peligro que puede pasar desapercibido: la toxicidad derivada del consumo excesivo y sin supervisión médica de estos productos.

¿Por qué se produce esta toxicidad? La Dra. Ana María Gallardo, inmunóloga de la Clínica Universidad de los Andes, sostiene que aunque los suplementos vitamínicos son vistos como inofensivos, siguen siendo medicamentos farmacéuticos que se metabolizan y tienen, posiblemente, efectos secundarios. “Los suplementos vitamínicos tienen excipientes y preservantes. Al ingerirlos, se metabolizan por el hígado o el riñón, por lo que consumirlos puede tener efectos adversos y, como todo medicamento, producir toxicidad, sobre todo si se toman por periodos prolongados sin supervisión o en dosis muy altas”, explica.

Los efectos de la suplementación sin supervisión

Por su parte, la docente de inmunología María Isabel Oliver, explica que “algunas vitaminas y minerales pueden ser tóxicos si se consumen en exceso. Por ejemplo, la vitamina A y la D, que son liposolubles, pueden acumularse en el cuerpo y causar efectos adversos como náuseas, debilidad, problemas hepáticos y daño renal. Además se interfieren entre ellas”. Sumado a esto, María Isabel añade que incluso “algunos suplementos pueden interactuar con medicamentos, reduciendo su eficacia o aumentando el riesgo de efectos secundarios”.

Sumado a esto, la docente agrega que “tomar suplementos en exceso puede causar un desequilibrio en otros nutrientes. Por ejemplo, demasiado zinc puede interferir con la absorción de cobre. O un exceso de calcio puede afectar la absorción de magnesio y viceversa. Ambos son minerales importantes para la salud de los huesos, la función muscular y el funcionamiento del sistema nervioso”.

No todo es negativo

A pesar de estos riesgos, los expertos reconocen que la suplementación puede ser beneficiosa bajo supervisión médica. Considerando la calidad de la alimentación y el estilo de vida de la mayoría de los chilenos, la naturópata profesional con magíster en suplementación integrativa, Antonia Cabezas, sostiene que una correcta complementación puede ser necesaria. “Los alimentos ya no contienen los nutrientes que solían contener. Estudios recientes muestran que hay una disminución significativa en nutrientes específicos de alimentos, como la vitamina C, hierro y vitaminas del complejo B, entre otros”, explica. Estos nutrientes serían deficientes en las frutas y verduras por el empeoramiento en la calidad del suelo, lo cual impide entregarle todos los minerales necesarios para el desarrollo correcto de los alimentos, agrega Antonia.

Por esto, la naturópata recomienda que se consulte respecto a algunos suplementos que, con la supervisión y dosis adecuadas, pueden resultar clave para combatir el invierno y las enfermedades típicas de esta época.

- Vitamina C: Su beneficio puede ser preventivo, aunque resulta más eficaz para reducir la duración de las infecciones virales. Actuando como un antioxidante de primera línea en el organismo, protege a las células de daños, apoya las barreras epiteliales (como las del sistema respiratorio) y mejora la función de las células del sistema inmunológico.

- Vitamina D: Previene resfriados y gripes. Es fundamental mantener niveles adecuados de vitamina D ya que mejora la inmunidad celular y fortalece las uniones entre las células, creando una barrera eficaz contra la invasión de patógenos.

- Zinc: Es un nutriente crucial para la salud inmunológica, especialmente contra los rinovirus, ya que en dosis adecuadas tiene propiedades antivirales. Estudios muestran que el Zinc reduce la duración de los cuadros virales, aunque no necesariamente los previene.

La clave está en la moderación y la información. La suplementación vitamínica puede resultar muy necesaria para algunas personas, considerando el déficit de nutrientes que tiene una gran parte de la población, pero siempre debe ser consultado por un profesional de la salud. Además, el objetivo, como dice su nombre, es suplir y no reemplazar. “La suplementación puede ser útil, especialmente si hay deficiencias nutricionales, pero no debe reemplazar una dieta balanceada y un estilo de vida saludable”, explica María Isabel Oliver.

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