Matrona del servicio público: “Todos los días atendemos a mujeres con complicaciones producto de abortos”




Durante los últimos 15 años la mortalidad materna se ha mantenido estable: en 2015 de cada 100.000 nacidos vivos, el país presentaba 15,5 muertes maternas. Según muestran cifras del Departamento de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud, es posible determinar que el 13% de estas muertes están relacionadas al aborto: un 5% a hemorragia y un 4% a sepsis puerperal, estas últimas conocidas como posibles consecuencias de un aborto casero. Por otro lado, del total de los egresos hospitalarios ocurridos durante el mismo año, 317.951 correspondía a causas derivadas del embarazo y 28.531 de esos casos, era por aborto y en concreto, por aborto ‘no especificado’, espontáneo y por ‘otros productos anormales de la concepción’. La gran mayoría de ellas tenía entre 20 y 44 años.

El aborto clandestino en Chile no tiene cara, nombre ni apellido, pues está prohibido por ley. No sabemos con certeza cuántas o quiénes son ellas, las mujeres que temerosas de las autoridades y del servicio de salud, abortan de manera ilegal en sus casas, sin experiencia y muertas de miedo. Ellas son las desamparadas cuyos embarazos no deseados no entran en el marco de las tres causales que sí están permitidas y que, a veces, o en realidad, muchas veces, llegan a la urgencia de los hospitales de Chile sangrando porque se complicó o porque se les salió de las manos. Revista Paula conversó con una matrona –cuya identidad prefirió mantener en privado– que ha sido testigo a diario, y por años, de la enorme cantidad de consultas por complicaciones pos abortos clandestinos en uno de los hospitales más grandes del país, y que frente a la demanda, tuvo que crear una unidad especializada en aborto.

En tu experiencia en la urgencia de maternidad del hospital, ¿les han llegado de casos que por la sintomatología parecen abortos clandestinos?

Los síntomas de cualquier aborto, provocado o no, van a ser siempre los mismos. Sangrado, dolor y un test de embarazo positivo o una ecografía que verifique el embarazo. En el fondo, es muy difícil que lo puedan “disfrazar” de otra cosa. Además, en el caso de un aborto retenido –cuando el embrión deja de tener latidos, pero no se ha producido ninguna expulsión–, se sabe que pueden suceder con o sin provocación. Lo que hay que tener en cuenta es que el aborto clandestino, que es el que se hace en la ilegalidad, como todos los abortos que no pertenecen a las tres causales en Chile, no es de por sí inseguro. Es inseguro cuando la mujer no tiene los conocimientos ni la información necesaria y tampoco un acompañante que la apoye en el proceso.

¿Cuántas consultas reciben al día por complicaciones asociadas a un aborto?

Vemos a muchas pacientes en esta situación a diario. De las noventa consultas que tenemos diarias, fácilmente veinte o treinta corresponden a abortos: entre las que vuelven al control semanal por su aborto, las que recién sangran y las que llegan con el diagnóstico de aborto retenido. Algunas llegan más graves que otras y otras vienen derivadas de los servicios básicos de salud.

¿En qué condiciones llegan?

Todas llegan en condiciones distintas. Algunas llegan pálidas, descompensadas y con una hemorragia muy grande, mientras otras llegan más tranquilas, nos cuentan que sangraron, las revisamos y se van a sus casas. En el tiempo en el que llevo en esta área, nunca he visto un útero perforado, ni tampoco una mujer muriendo de hemorragia. Tampoco he encontrado hierbas en la vagina, pero sí pastillas de Misotrol, que son muy comunes. Algo que yo creo que se relaciona con que el aborto está en boca de todos, por lo que se ha ampliado el conocimiento y el acceso a abortos cada vez más seguros, que están muy lejos de ser insalubres y tan peligrosos como lo eran antes.

¿Te ha tocado algún caso en particular que te impacte?

Casos impactantes ocurren bien seguido. Es tremendo sentir cómo ellas verbalizan y demuestran su desesperación y miedo cuando se enteran que están embarazadas y no pueden mantener a ese hijo no deseado, ni tampoco abortarlo legalmente. Verlas llorar desesperadamente, al menos para mí, me hace ponerme en sus zapatos y para ayudar, muchos profesionales hemos elegido entregarles información y acompañarlas en este proceso para que puedan decidir con más calma.

¿Cuáles son los métodos más comunes con los que abortan las mujeres ilegalmente hoy?

Las pastillas, son por lejos el método que más se utiliza. Aunque no es tan frecuente, en la consulta también vemos algunas hierbas, que pueden llegar a ser peligrosas. Lo peligroso de este método en cápsulas es que no lo usan bien, por desinformación.

¿Qué secuelas están asociadas a un aborto clandestino?

La secuela más grande en las mujeres que abortan clandestinamente es el impacto psicológico que esto tiene en sus vidas. Es el sentimiento de desamparo y vulnerabilidad. Muchas veces también la culpa y el arrepentiemiento, y la poca contención emocional hace que se sientan sobrepasadas con estos sentimientos. Sin embargo, consecuencias físicas de un aborto seguro no deberían haber ni en su fertilidad ni en su útero. Las consecuencias físicas vienen cuando estos abortos los hacen de manera incorrecta producto de la soledad, el miedo y la desinformación.

¿Cómo ha variado el flujo de las pacientes que consultan por aborto en los últimos años?

La pandemia generó un cambio pues muchas mujeres dejaron de consultar en el hospital por miedo a contagiarse de Covid-19. Pero en los últimos años se viene viendo un cambio mayor, pues se habla más del tema, antes era mucho más tabú. Y las mujeres aguantan menos los malos tratos del personal de salud y eso las ha llevado a buscar ayuda por fuera de los establecimientos de salud, en organizaciones feministas o entre las mismas mujeres de su red, lo que muchas veces puede alimentar la desinformación. Pese a esto, el flujo de consultas se ha mantenido parejo y, frente a la demanda, se creó en el hospital un equipo especialmente destinado a acompañar a las mujeres que abortan.

¿Quiénes son las más afectadas con que el aborto libre no sea legal?

Las mujeres pobres son las más afectadas con que el aborto no sea legal porque son las que no tienen el conocimiento, las redes o el poder económico para conseguir las pastillas de manera segura. Y eso es lo más peligroso: encuentran información en internet y compran las pastillas para abortar en el mercado negro, probablemente a un precio más barato. Ahí se ve que muchas veces son estafadas o les dan mal las indicaciones. Entonces, estas mujeres con una vulnerabilidad económica, educacional y que tienen más hijos que mantener, son más propensas a tener un aborto inseguro.

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