Paula 1142. Sábado 1 de marzo 2014.

Es desde la mente de Michel Gaubert, de su Mac BookPro y de cientos de ipods y vinilos, de donde sale la música que acompaña los desfiles de moda más notables del planeta. Y es su cuenta de instagram (@michelgaubert) el vehículo de una nueva proximidad con sus seguidores.

Sobreviviente milagroso de todos los abusos posibles, diurnos y nocturnos, que las décadas de los 70 y 80 ofrecieron en París a quienes estuvieran ansiosos de agarrarlos, Michel Gaubert es quien lleva el pandero cuando de mezclar canciones para un desfile se trata. Con cerca de veinte años a cargo de la dirección artística- musical de los shows más importantes de las pasarelas de Nueva York, Londres, Milán y París, él es el auténtico genio musical de las semanas de moda. Ni músico ni ingeniero de sonido, es un mero dj que con su laptop crea secuencias cautivantes que le aportan a la pasarela una atmósfera especial, transportando a la audiencia al lugar que el estilista y Gaubert hayan acordado. Entre sus clientes habituales se encuentran Oscar de la Renta, Michael Kors, Diane von Fürstenberg, Gucci, Fendi, Jil Sander, Céline, Proenza Schouler, Dior, Thom Browne, Roberto Cavalli, Bottega Veneta, Balenciaga, Dries van Notten y Chanel.

Como Dj partió en los 80, en el famoso club Le Palace de París. Fue Karl Lagerfeld, siempre atento a lo que sucede con la música, quien le encargó su primer desfile. El aviso le llegó con menos de 24 horas de antelación.

Reconocido adicto a los cigarros y a la coca cola diet, Gaubert se define como un diseñador musical que aprovecha la música para crear estados de ánimo concretos, y le atribuye a esta la virtud de resaltar las imágenes. Para Gaubert la música puede, efectivamente, dar pistas de lo que una colección representa.

El mismo talento que este parisino de 53 años ha desplegado para mezclar canciones para sus clientes y amigos de la moda es el que lo vuelve un interesante personaje para seguir en instagram (@michelgaubert). Con humor y cultura fashion, sube imágenes muy integradas a la historia que rodea al mundo de la moda, sin aburrir ni agobiar el timeline. Imágenes evocadoras y graciosas de todo cuanto ocurre en los márgenes difusos entre la moda, la noche, el business, la lujuria

y la copia.