Uniformes

fetiche

En la colección Resort 2019, Maison Margiela MM6 propone conjuntos de pantalón y blusa o amplios vestidos inspirados en los trajes marineros infantiles recuperando cuellos, ribetes, corbatines y colorido tricolor.




Tipo de indumentaria utilizada por los miembros de un grupo cuyos objetivos se orientan hacia la estandarización de los cuerpos, el fomento de la identidad colectiva por sobre la individual, la representación de valores específicos asociados a cada agrupación (instituciones de educación, salud, militares o religiosas, clubes deportivos, actividades profesionales en contextos específicos) y el cultivo de comportamientos coherentes con estos últimos. El uniforme integra aquellas vestimentas regidas por un código fuerte; es decir que no pueden ser modificadas o personalizadas según el deseo de cada usuario. En algunos casos, pequeñas variaciones en ciertos detalles adosados a la superficie (botones, insignias) o cambios en el emplazamiento de dichos elementos indican las diferencias de rango.

Origen

Los primeros intentos de homogeneizar las apariencias emergen en la Antigüedad y se vinculan a la guerra, principal tarea masculina en diversas culturas. Al comienzo se trata de piezas aisladas que siguen un patrón estructural aunque presentan diferencias entre sus portadores, como las armaduras griegas hechas con placas de metal, cuero y lino acolchado (siglo V a.C.) y las cotas de malla celtas (siglo IV a.C.). Recién en el siglo XVII la vestimenta militar moderna señala a compañeros y enemigos en los campos de batalla europeos. Durante el siglo XIX, el uso de la indumentaria castrense se generaliza, operando como símbolo de estatus en ciertos espacios. A la vez se instituyen uniformes civiles que singularizan al personal de servicio, los funcionarios públicos y los estudiantes de ciertos colegios.

Tendencia

A partir de mediados del siglo XX se produce la inclusión de prendas y rasgos estilísticos de los distintos uniformes existentes a las tendencias. El jeans, las jardineras, los overoles, la sahariana, la marinera a rayas, las camisetas polo y los delantales con pechera son algunos ejemplos de cómo la moda se sirve de referentes a simple vista irrelevantes, para sostener la renovación constante.

Pía Montalva es historiadora, diseñadora y autora de los libros Morir un poco y Tejidos blandos.

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