Empresas buscan medir el bienestar emocional de sus colaboradores

Estudio detecta que el trabajo híbrido puede reducir en un 35% la tasa de deserción laboralteletrabajo

Más de 500 personas y firmas han aplicado el Índice de Bienestar Laboral Emocional, una tendencia que se acrecentó durante la pandemia. El 56,5% son mujeres y el 56,6% del total tiene entre 36 y 54 años. Acá te contamos cómo aplicar el IBLe.


Con el teletrabajo instalado por la pandemia, para muchos la digitalización fue algo repentino. Hogares que se transformaron de un día a otro en oficinas, pero que al mismo tiempo eran el lugar donde los colaboradores hacían su vida personal y familiar. El sistema, que permitió continuar con las operaciones a pesar de la contingencia sanitaria, produjo en muchos un cortocircuito.

Ya en enero de 2021, a un año del Covid-19, un informe realizado por la Universidad Católica demostró que el 67,6% de los 755 encuestados percibió que tuvo que trabajar más horas en casa que cuando lo hacía en una oficina y un 73,5% sintió que esta modalidad afectó negativamente su capacidad para desconectarse de temas laborales.

Las cifras forman parte del informe “Beneficios y consecuencias del Primer Año de Teletrabajo en Chile”, realizado por el Magíster de Comunicación Estratégica de la Universidad Católica y apoyado por Claro Empresas, pero no se quedó ahí. A raíz de eso levantaron el Índice de Bienestar Laboral Emocional (IBLe), y que materializaron en un sitio web en el que los mismos usuarios pueden realizar su propia autoevaluación para medir distintos parámetros.

A la fecha, más de 500 personas y organizaciones han aplicado esta herramienta. Por ejemplo, un 56,6% tiene entre 36 y 54 años, mientras que un 34% tiene entre 25 y 35. Además, un 46,4% pertenece a empresas con más de quinientos trabajadores. El sector que suscribe más a esta evaluación son las mujeres, con un 56,5% del total y un 35,6% lleva trabajando en su organización entre cuatro y diez años. El sitio web está disponible, pero se habilitará una modalidad para que las organizaciones lo apliquen al interior de sus empresas y obtengan los resultados en un informe automático.

La herramienta mide tres aspectos fundamentales para los colaboradores de las distintas empresas: bienestar emocional, espiritualidad organizacional y disposición al cambio. Teniendo en cuenta estos resultados, trabajadores y empleadores podrán ver cuáles son los puntos en los que deben ajustarse, para así contribuir a la mejora de la vida organizacional. La idea es, en pocas palabras, promover el bienestar de los trabajadores y, así mismo, atraer nuevos talentos y mejorar el compromiso de quienes ya estén al interior de la empresa, entre otras cosas.

Daniel Halpern, director de Tren-Digital UC y que está detrás del proyecto, ejemplifica. “¿Han puesto atención al primer consejo que todo técnico entrega cuando uno llama porque Internet, el teléfono o un dispositivo deja de funcionar? ‘Apáguelo y desconéctelo, por favor señor’, dicen. Solo después que se le da un pequeño descanso se revisa el problema que puede tener. Y si eso pasa en dispositivos, que son unas máquinas, cuánto más debería aplicar en nosotros, que solo somos humanos, nos cansamos con mayor facilidad y muchos necesitamos de un coach para poder trabajar”, plantea el docente.

A diferencia de las máquinas y distintos aparatos tecnológicos, el descanso y la emocionalidad de los colaboradores es fundamental para el buen desempeño en una organización. “El problema es que a veces uno no siente cuán cansado está. No es lo mismo ‘sentirse calentito’ a tomarse la temperatura y tener 38º. Y eso es, justamente, lo que IBLe busca lograr: entender cuánto marca nuestro estado emocional… pero más que un termómetro, espera transformarse en un termostato para indicarnos dónde podemos llegar”, asegura Halpern.

Para impulsar el bienestar profesional a nivel corporativo, es clave que el clima laboral tenga en consideración la comunicación, el respeto y la constante retroalimentación con los colaboradores. IBLe, en ese sentido, realiza un diagnóstico y permite saber los puntos débiles con respecto al bienestar de sus trabajadores. El mismo sistema entrega un análisis de acuerdo a los puntos obtenidos y, en base a eso, facilita una serie de recomendaciones.

“Desde las empresas, debemos revisar qué elementos debemos mejorar como organizaciones para avanzar en bienestar laboral. En este sentido es clave incluir desde el ámbito profesional hasta el digital, para facilitar el desarrollo de un ambiente laboral desafiante, motivador, que promueva un ritmo de trabajo saludable y compatible con la vida personal”, afirma Francisco Guzmán, director de Claro empresas.

Lo tres aspectos que mide el IBLe -Bienestar emocional, espiritualidad organizaciones y disposición al cambio- se miden en distintas dimensiones y, cada una de ella, se subdividen en tres niveles. Por ejemplo, en la primera nos encontramos con bienestar profesional, social, psicológico-subjetivo, físico y digital. Mientras, en espiritualidad organizacional está trabajo significativo, sentido de comunidad y alineación con los valores organizacionales. En la última sección, se ven las dimensiones de agilidad para el cambio, resiliencia, apertura a la experiencia, entre otras.

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