Cámara Baja aprueba reforma constitucional que restablece el voto obligatorio

Foto: Patricio Fuentes

Con 107 votos a favor, 16 votos en contra y 23 abstenciones, la moción fue visada por los diputados. Ahora volverá a la Comisión de Gobierno para su discusión en particular.


Este miércoles 28 de mayo la Cámara de Diputados aprobó en general una reforma constitucional que busca restablecer el voto obligatorio en elecciones populares.

La moción parlamentaria fue aprobada en sala por 107 votos a favor, 16 votos en contra (todos de Chile Vamos) y 23 abstenciones. Ahora, la iniciativa volverá a la Comisión de Gobierno Interior para su discusión en particular.

Así votaron los diputados el proyecto para reponer el voto obligatorio.

Según detalló la diputada informante e impulsora del proyecto, Joanna Pérez (DC), la iniciativa plantea la restitución del sufragio obligatorio para las elecciones, exceptuando las primarias, que mantienen el carácter de voluntario.

Se determina, además, como excepción, que la obligatoriedad de las elecciones no será aplicable a los mayores de 75 años, así como tampoco a las personas en situación de discapacidad o dependencia. También quedan excluidos los ciudadanos chilenos con residencia en el extranjero y los ciudadanos extranjeros avecindados en Chile que estuviesen habilitados para sufragar.

Otro punto clave es que el Estado deberá promover la información cívica de cara a las elecciones.

“Es necesario fortalecer los medios por los cuales se fomenta la participación de tal manera de no vaciar de contenido la democracia. La ausencia de participación robusta afecta las bases de la institucionalidad, y una de las medidas que puede relevar la actividad política representativa, es la restauración del voto obligatorio”, explicó Pérez.

En tanto, la diputada del PPD y presidenta de la Comisión de Gobierno, Andrea Parra, aseguró que “debemos enmendar uno de los peores errores de cálculo de la política chilena, el voto voluntario para retomar la tradición del voto obligatorio; una década de esta innovación nos ha traído los peores índices de participación”, mientras que -desde el oficialismo- el diputado y presidente de la UDI, Javier Macaya, planteó que “no podemos hacer un calculo de cómo va variar en la siguiente elección el resultado en cualquier sector político en caso de decidir impulsar este proyecto (...) Pero estamos a muy pocos meses de muchos procesos electorales y abrir esta discusión a pocos meses, cambia las reglas del juego de un proceso que está en curso. Me parece que no corresponde hoy día, y no me cierro que en el futuro se apliquen incentivos y sanciones correspondientes”.

El sistema de sufragio obligatorio en el país estuvo vigente hasta el 31 de enero de 2012 cuando, durante el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera comenzó a regir la ley N° 20.568 de inscripción automática y voto voluntario, que eliminó la sanción aparejada al incumplimiento de la obligación de votar. El anuncio que fue descrito entonces por el Mandatario como “una invitación a reenamorarnos de la democracia”.

Sin embargo, la ley, que debutó ese año durante las elecciones municipales, mostró una alta abstención en su estreno: 57%. En comicios posteriores se mantendría la baja participación; 50.8% de abstención en la elección presidencial de 2013, 65,1% en las municipales de 2016 y un 51% de abstención en la segunda vuelta presidencial en 2017.

Los números llevaron a algunos parlamentarios a plantear que la baja convocatoria en las urnas podría generar un problema de legitimidad, y comenzó a instalarse, al principio tímidamente, la opción de retornar a la obligatoriedad. De hecho, hace solo unos meses, en enero pasado la Cámara de Diputados había rechazado, al no alcanzar el quórum requerido, un proyecto similar para retornar a la votación obligatoria, impulsado por la oposición.

Solo el plebiscito de octubre de 2020 marcó una diferencia, con el sufragio del 50.9% del padrón total; es decir, la elección con mayor votación desde la instauración del voto voluntario.

Mientras que en las últimas elecciones, de gobernadores regionales, alcaldes, concejales, y convencionales -del pasado 15 y 16 de mayo-, el Servicio Electoral (Servel) informó que sufragó el 43,35% del padrón electoral, cerca de un millón de votantes menos que para el plebiscito.

Indicaciones

Durante su paso por sala este miércoles, diputados de la UDI y RN ingresaron algunas indicaciones al proyecto, que deberán ser discutidas en la comisión. Entre ellas están la posibilidad de salirse del padrón electoral hasta 90 días antes de unas elecciones o plebiscito, la definición de multas en caso de incumplimiento del deber cívico y su respectivo método de pago, la inscripción de jóvenes a los 17 años para que puedan votar una vez cumplida la mayoría de edad, y la inscripción voluntaria, entre otras.

Las frases que marcaron la discusión en el hemiciclo

Matías Walker (DC): “Creo que son medios para alcanzar mayor participación electoral. El año 2008-2009 se estimó que era deseable con el objeto de aumentar la participación electoral de los más jóvenes avanzar en la inscripción automática con voto voluntario. ¿Se logró el objetivo? Claramente no, por eso estamos obligados a revisar la voluntariedad del voto”.

Leonidas Romero (RN): “Uno debe tener derechos y deberes. Estamos llenos de derechos y muy pocos o ningún deber. Desde que asumí como diputado que digo que se debe volver al voto obligatorio y a los 120 diputados. Que lleguen a este hemiciclo los mejores. Creo que se debe mantener la inscripción automática, porque no es posible que tengamos autoridades elegidas con el 40% del 40% que fue a votar. Creo que debemos tener la obligación de votar”.

Marcos Ilabaca (PS): “El centro de la discusión está sujeto a qué concepto tenemos del sufragio ¿Es un derecho? Y como derecho ¿puedo ejercerlo libremente o es un deber y por lo tanto es una obligación del estado exigirla? (...) Creo que hoy día se ha entendido que el sufragio escapa a la libertad individual porque tiene relación con el bien común e interés colectivo, por lo que debe ser entendido como un deber, mirando al país, mirando al bien común y que piensa en la democracia. Y como tal se debe establecer como obligación”.

Francisco Undurraga (Evópoli): “Invito a la ciudadanía a que en una sociedad de muchos deberes y derechos seamos capaces de recuperar el derecho a la participación, aunque sea por la vía obligatoria, porque el mayor anhelo de convivencia ciudadana se llama democracia. Y si no la hacemos participativa por medio del voto obligatorio, vamos a hacer de esto un recuerdo histórico. No podemos quedar en manos de las minorías. Debemos ser capaces de gobernar para la ciudadanía, pero con las mayorías”.

Camila Vallejo (PC): “Estoy convencida de que Chile tiene que tener voto obligatorio e inscripción automática. Me alegro que al parecer seamos mayoría al respecto porque la última vez se rechazó. Tiene que ver con un principio, tengo la convicción de que la democracia no es un juego ni una opción, es una responsabilidad de los ciudadanos y las autoridades electas”.

Gabriel Boric (CS): La tarea de tener una democracia responsable es de todas y todos. Y el voto obligatorio es un mínimo exigible en un largo camino de tareas, como la paridad y educación cívica en serio. La tarea es amplia. Reponer este voto obligatorio es un mínimo y no la solución (...) No ha existido voluntad de este gobierno ni los anteriores para que se instaure en serio el voto voluntario, que requiere más educación cívica”.

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