La fallida estrategia de la derecha que terminó en la octava acusación constitucional rechazada
El libelo contra el delegado Gonzalo Durán significó un nuevo traspié en las arremetidas opositoras. En Chile Vamos lamentan que nunca lograron cuadrar a los alcaldes del sector y que eso los debilitó ante la opinión pública.
El octavo intento de la oposición por acusar constitucionalmente a una autoridad de gobierno terminó -una vez más- en derrota. Por 63 votos a favor, 63 en contra y 14 abstenciones, la Cámara de Diputados rechazó el libelo impulsado por la oposición en contra del delegado presidencial de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán.
El juicio político, ingresado con el respaldo de los diputados del Partido Nacional Libertario hasta Evópoli, apuntaba a la responsabilidad de la autoridad regional en el deceso de dos personas en el encuentro deportivo entre Colo-Colo y Fortaleza.
Pese a lo transversal de la acción, la oposición no logró cuadrar los votos de los diputados de Demócratas y de la DC y con ello, selló un nuevo fracaso.
Y fuera del Congreso, varios dirigentes de Chile Vamos manifestaron su disconformidad con la arremetida de los diputados. Quien lideró esa postura fue el alcalde de Santiago y vocero de la campaña de Evelyn Matthei, Mario Desbordes (RN).
“Yo no comparto esa acusación constitucional (…). Les pido a mis diputados que no avancen”, dijo el alcalde en defensa de Durán.
Sus palabras de respaldo al delegado le valieron una ruda discusión con los parlamentarios impulsores de la acusación en un grupo de WhatsApp que compartían las autoridades.
En esa ocasión no fue solo el jefe comunal de Santiago quien apoyó al delegado: también lo hicieron los alcaldes Sebastián Sichel (independiente, Ñuñoa) y Felipe Alessandri (RN, Lo Barnechea).
De hecho, uno de los que salió a aplaudir el rechazo del libelo fue Sichel, quien también es portavoz de la abanderada de Chile Vamos. “Llevamos ocho (acusaciones constitucionales), entonces paren el tonteo en el Congreso, dedíquense a legislar”, dijo este martes en Radio Infinita. Con todo, y en medio del debate entre sus voceros y los parlamentarios impulsores de la acusación, Matthei optó por mantenerse al margen y no se refirió al libelo.
Descargos
Tras la votación en la Cámara de Diputados, los ánimos no eran los mejores. Si en Demócratas -que se abstuvieron en la Sala- el gesto obedeció a la actitud que, a su juicio, ha adoptado Chile Vamos en la negociación parlamentaria, en RN -en privado- también existió una crítica más soterrada a la UDI, que fue la principal impulsora de la acusación.
El diputado Andrés Longton (RN), uno de los pocos que habló a nombre de su partido tras el nuevo traspié opositor, aseguró que “la autocrítica como sector es que si no se tienen los votos, si no se tiene la seguridad de que la acusación constitucional puede aprobarse, creo que hay que darle varias vueltas a la posibilidad de presentarlas o no”.
Mientras que el diputado Evópoli, Jorge Guzmán, fue más allá y sentenció que “es un desastre el uso de la acusación constitucional como herramienta de fiscalización de las acciones del gobierno”.
Así, el jefe de bancada de la UDI, Henry Leal, aclaró que “esta decisión la tomamos todos los jefes de comité. Tuvimos una reunión acá en el Congreso, todos los jefes de bancada y se tomó en conjunto. Así que no hubo ningún error de coordinación. Al interior de cada partido hay dificultades, es otra cosa, pero fue una decisión colegiada, tomada por todos y estamos tranquilos que hicimos lo correcto".
En el sector, en privado, reconocen que si bien lograron cuadrar bien a los diputados, no lograron amarrar a otros dirigentes como los alcaldes de Chile Vamos. Ese desorden, dicen, les terminó pasando la cuenta, evidenciando ante la opinión pública de que no estaban cuadrados como oposición.
En ese sentido, lamentan que, una vez más, el Ejecutivo salga fortalecido tras una arremetida fiscalizadora.
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