Las claves de una victoria sin aplausos

Los resultados del plebiscito de salida de este domingo se pueden leer en distintas dimensiones, pero lo que parece claro es que no existe un gran ganador, solo algunos más aliviados que otros. El respiro de Boric, el triunfo con sabor a derrota de una generación que buscaba terminar con la Constitución del 80, los líos para la derecha, la caída de Kast y la amplia participación son algunos de los factores a analizar.


Alivio para La Moneda

Pese a la prescindencia que intentaron demostrar durante este último proceso constitucional, para La Moneda el resultado del Plebiscito de este domingo de ninguna manera le era indiferente. El triunfo claro del “En Contra” supone un alivio para el Presidente Gabriel Boric y su gobierno, luego de dos derrotas electorales consecutivas: el amplio triunfo del “Rechazo” en el plebiscito de salida de septiembre de 2022 y la holgada victoria de la oposición en las elecciones de consejeros constitucionales de 2023.

No solo lo anterior, el resultado de este domingo es un respiro principalmente para el legado del jefe de Estado, ya que desde sectores que empujaron el “A Favor” de la propuesta constitucional habían utilizado estos comicios como una especie de plebiscito a la gestión presidencial. “Boric vota En Contra, Chile vota A Favor”, fue una de las frases que más se repitió en la última etapa de campaña desde quienes buscaban aprobar el texto del Consejo Constitucional, mientras que el propio Mandatario y sus ministros intentaron aclarar, en muchas oportunidades, que esta elección no se trataba de una evaluación del jefe de Estado y su administración.

Asimismo, el triunfo del “En Contra” es un desahogo para Boric, luego de que los antecedentes sobre el caso de los líos de plata (Democracia Viva y otros) se reactivaran los días previos a la elección. Además, del caso del indultado por Boric que está siendo imputado por un supuesto proceso. De esta manera, también se puede desdramatizar el inminente cambio de gabinete que se proyecta.

La noche del domingo Gabriel Boric el mismo Boric volvió a repetir que algunos quisieron hacer del esta elección “un plebiscito al gobierno” y sostuvo que tras los resultados “Ni celebración, ni arrogancia”.

Victoria con sabor a derrota

Si bien el gobierno esperaba el triunfo del “En Contra”, como la mejor opción ante el escenario electoral, si se analiza el fondo y significación de lo ocurrido, las cuentas no pueden ser del todo alegres. Finalmente, la generación que encabeza el Presidente Gabriel Boric se propuso como una de sus banderas de lucha al nacer a la vida política, casi como su leitmotiv, el terminar con la Constitución de 1980 y levantar una Carta Magna nacida en democracia. Y teniendo la oportunidad tan cerca, luego del apabullante triunfo en el plebiscito de entrada de 2020 de la opción para generar nueva Constitución, la dejaron escapar.

No es solo eso. Muchos en el corazón del gobierno terminaron defendiendo la Constitución del 80 apuntando a que fue reformada profundamente en 2005 por el gobierno de Ricardo Lagos. El socialista que para muchas de las figuras del Frente Amplio era el paradigma de lo que no se debía hacer en política. Para la naciente coalición que encabezó Boric, la Concertación representaba una mala política y terminaron defendiendo una reforma constitucional que muchas veces criticaron.

El gobierno se comprometió a que, al menos, en su gobierno no se empujará un tercer intento para generar una nueva Carta Magna y sin dudas en el balance de su gestión, lo ocurrido este domingo 17 de diciembre es un triunfo con sabor a derrota. “Se cierra el proceso constitucional, las prioridades son otras”, dijo la noche del domingo Boric.

¿Guerra Civil en la derecha?

Partieron ganando y terminaron derrotados. Así se puede resumir lo ocurrido en la derecha tras este segundo proceso constituyente que fracasó. Tuvieron la batuta en sus manos con el amplio triunfo del Rechazo en el Plebiscito de Salida de 2022 y luego quedándose con 34 escaños (23 del Partido Republicano y 11 de Chile Seguro) de los 50 del Consejo Constitucional y no consiguieron el objetivo.

¿Las responsabilidades? Las primeras horas tras la derrota no arrojaron una guerra fratricida explícita y apuntaron básicamente al cansancio de la gente sobre el proceso constitucional. No obstante, se podría esperar que los cuestionamientos y culpabilidades puedan surgir con el paso de las reflexiones. La obsesión de algunos por hacer cambios profundos a la actual Carta Magna, generando polémicas innecesarias, podrían estar en el debate. También la falta de compromiso y convicción sobre el triunfo de la opción de “A favor” de varias figuras políticas del sector podría pasar la cuenta. Lo cierto es que el futuro del sector y las posibles alianzas - entre Chile Vamos, Partido Republicano y sectores de centro- electorales aún están en veremos.

El liderazgo de Kast en cuestión

Fue sin duda una de las figuras centrales de este proceso. De hecho, desde sectores de la izquierda llamaban a la propuesta de texto generada por el Consejo Constitucional como la Kastitución, sin embargo, el objetivo por el que se jugó José Antonio Kast, el líder de los Republicanos, no se cumplió.

Kast era el gran elector de este proceso y puso gran parte de su capital político en juego. El líder de un partido con ya cinco años de vida, con mayoría de representantes en el Consejo Constitucional tenía la posibilidad de dar muestra de gobernabilidad e institucionalidad, liderando un proceso. No obstante, en la política real, Kast y su colectividad sufrieron un primera derrota. Bien se podría utilizar la frase que muchos en la derecha han lanzado contra el gobierno de Gabriel Boric: “Otra cosa es con guitarra”.

Cabe recordar que incluso en este proceso, una de las figuras de la colectividad, Rojo Edwards, renunció al partido.

El propio Kast, la noche del domingo tras analizar los resultados reconoció que se trataba de un “fracaso”. “Esta noche una gran mayoría de chilenos ha rechazado la propuesta constitucional que nosotros propusimos desde el Consejo Constitucional y reconocemos esa derrota con mucha claridad”, señaló.

Gran participación

¿El voto obligatorio llegó para quedarse? La participación electoral fue uno de las pocas “ganadoras” en el plebiscito constitucional de este domingo. Fueron casi 13 millones de chilenos lo que participaron en los comicios, una cifra muy importante que representa casi el 85% del padrón.

Pese a que las encuestas apuntaban a un desinterés por este proceso, otra vez, la participación alcanzó uno de los niveles más alto de todos los procesos electorales ocurridos en Chile. Aunque sí hubo un aumento de votos nulos y blancos, en comparación con el plebiscito de 2022.

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