Las extensas redes de Alberto Larraín que complican al oficialismo
Partiendo por el Presidente Gabriel Boric, varios dirigentes han sido salpicados por el escándalo de ProCultura que protagoniza el psiquiatra, entre ellos, Claudio Orrego y Diego Ibáñez. La información se ha conocido a goteo, lo que inquieta al sector. Si bien la mayoría ahora busca tomar distancia de Larraín, mantuvieron fuertes vínculos con él.

En cosa de días, ProCultura se impuso como una de las mayores crisis que ha debido enfrentar el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Los nuevos antecedentes que, día a día, se conocen sobre el financiamiento de la fundación encabezada por Alberto Larraín, un amigo del Mandatario, golpearon duramente al oficialismo, desordenaron la agenda que buscaba instalar el Ejecutivo y obligaron a Boric a dar explicaciones.
Y es que él mismo se vio vinculado en las filtraciones. De acuerdo al expediente de la Fiscalía, en una conversación -de octubre de 2024- entre el Presidente y la psiquiatra Josefina Huneeus, exesposa de Larraín, abordaron el caso investigado por la Fiscalía.
En esa ocasión, Boric le dijo que "jamás haría algo ilegal, pero quizás de idiota, como le puedo haber dicho ‘oye, qué interesante este proyecto’, como no sé“.
Y agregó: “Saqué todos mis celulares antiguos pa’ ver si tenía mensajes con él, porque me imagino que, o sea yo hablaba con él, era cercano, no me voy a hacer el hueón con eso".
El Mandatario también reconoció que incluso pensó en nombrarlo en el Ministerio de Desarrollo Social.
Sin embargo, las redes del psiquiatra son extensas dentro de la esfera política y van más allá del Presidente Boric.
En todos estos años Larraín cultivó otras relaciones y de mucha confianza con el mundo frenteamplista. Tras la revisión de su teléfono por parte de la PDI se descubrió un grupo de WhatsApp llamado “La Convergencia Cristiana”, donde estaban el diputado Diego Ibáñez y el actual subsecretario del Interior, Víctor Ramos. Ambos, en ese entonces militantes de Convergencia Social (CS), son parte del mismo lote “De Cordillera a Mar”.

En esa plataforma habrían hablado sobre el financiamiento de un voluntariado en la Región del Biobío, donde Diego Ibáñez, en ese momento, presidente de CS, aseguró que aportaron 500 mil pesos a pesar de haber tenido una deuda millonaria por la campaña del Apruebo.
Pero esa relación entre Larraín e Ibáñez también se vio reflejada en distintas publicaciones y apariciones en conjunto, lo que generó dudas sobre qué tan implicado estaba en el caso el diputado del FA.
El propio Ibáñez se defendió. A través de un comunicado acusó que la conversación se publicó “para vincularme maliciosamente a un caso judicial, ensuciar mi honra y sembrar dudas”, y descartó la existencia de delitos. En el Congreso también salió a hablar y descartó irregularidades.
Eso sí, llamó la atención cuando, en entrevista con 24 Horas, se refirió a Larraín como “esa persona”, para intentar marcar distancia. Consultado por esa relación, reconoció que se generó una cercanía con el fundador de ProCultura por su vinculación con el Congreso Nacional y que tuvieron un trabajo conjunto con habitantes de Quintero y Puchuncaví, todo a propósito de la salud mental.
Algunos dirigentes del Frente Amplio creen que esa relación puede generar mayor repercusión dentro del partido, en consideración a que, hasta ahora, solo se han conocido antecedentes parciales.
Esto, a su vez, podría afectar los propios intereses políticos del diputado, quien, a pesar de sus controversias, mantiene poder dentro de la colectividad. Fue el último presidente de Convergencia Social y la primera mayoría en las elecciones de diputados en la Región de Valparaíso, donde logró arrastrar a la también diputada María Francisca Bello (FA).
Aunque de momento no se ha discutido de manera formal, algunos tienen dudas sobre si las pretensiones de Ibáñez -de ser candidato a senador por Valparaíso o incluso ir a la reelección por su distrito- se verán perjudicadas.
Más allá de Ibáñez, en el Frente Amplio hay quienes creen que el impacto de ProCultura puede ser mayor. Y que la pareja de Larraín, Sebastián Balbontín, quien militaba en el partido del Presidente Boric hasta hace unas semanas, también está involucrado en la controversia. Según publicó La Tercera, la Fiscalía detectó “transacciones sospechosas” en la campaña de Balbontín.
El sociólogo se desempeñó como coordinador territorial del senador Juan Ignacio Latorre (Frente Amplio), quien apuesta por su reelección en Valparaíso. Durante las campañas del excandidato a alcalde de Limache y exconsejero regional fue habitual verlo junto al senador.
Pero eso no es todo. Durante su última campaña por la alcaldía, Balbontín consiguió el respaldo de importantes dirigentes del Frente Amplio. Entre ellos, el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca (independiente cercano al partido), y el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic.
Fuera del Frente Amplio, otro gran involucrado en la controversia es el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Él, como Larraín, es exmilitante de la Democracia Cristiana (DC). Ambos tuvieron un vínculo estrecho y el exalcalde de Peñalolén destacó el trabajo de ProCultura en numerosas oportunidades.

Hoy Orrego descarta ser un amigo de Larraín, pese a que, en el pasado, de acuerdo a las conversaciones que se conocieron entre ambos, lo consideró un “hermano”. “No quiero dejar de mencionar a un amigo nuestro, que lo ha pasado mal y que tuvo que ver con esto, que es Alberto Larraín, que también ha sido muy importante en este trabajo”, dijo el actual gobernador en la presentación del programa “Colaborar para sanar”, transmitido en 2023 por CNN.
La cercanía que Orrego tuvo con Larraín provocó que este jueves el gobernador protagonizara uno de los momentos más incómodos de su administración. El Consejo Regional Metropolitana citó a una sesión extraordinaria que tuvo como único tema en tabla ProCultura. Ahí la oposición le exigió explicaciones al exmilitante DC.
Que esta crisis salpique a Orrego impactó con fuerza al oficialismo. Y es que solo hasta hace unos meses, el nombre del gobernador sonaba como una posible carta presidencial dentro de la alianza de gobierno. Particularmente en el Partido Socialista (PS) hubo serios interesados en presentarlo a él como la carta de la colectividad.
Otra exmilitante de la DC que hoy está complicada por su pasado en el círculo de Larraín es Pía Mundaca, la actual jefa de campaña de Carolina Tohá. La cientista política compartió lote con él en Falange: el cardumen. De esta facción también participaba el actual alcalde de Renca, Claudio Castro (independiente), quien, al igual que ella, integra el comando de la exministra del Interior.

El jueves, la candidata presidencial del Socialismo Democrático se refirió al vínculo entre su jefa de gabinete y Larraín, y enfatizó que se trata de “antecedentes falsos”. La cercanía política que hubo entre ellos, de todas formas, era algo que causaba preocupación en el PPD desde el 9 de mayo, cuando se conocieron las conversaciones entre el Presidente Gabriel Boric y Josefina Huneeus.
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