Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos de Cadem y el acierto de su encuesta: “Nunca vimos que la elección de segunda vuelta estaba estrecha”

La úlima medición de Cadem, que no fue pública debido a la "veda electoral", acertó al resultado de la segunda vuelta: a 48 horas de la elección, la encuesta le dio 10 puntos de diferencia a Gabriel Boric por sobre José Antonio Kast. "La encuesta Cadem es la única encuesta telefónica y la única probabilística; todo el resto de las encuestas que conocemos son online. Algunas han hecho un trabajo mejor que otras, pero el formato online aún tiene mucho que ofrecer y le queda mucho rodaje", comentó Izikson.


Diez puntos de diferencia entre Gabriel Boric y José Antonio Kast. Eso estimó la última medición de la empresa de estudios Cadem el día viernes, 48 antes de la elección, cuando se mantenía la “veda electoral” que imposibilita hacer públicas las encuestas sobre la elección presidencial. La medición, que no fue pública, y solo hoy se conoce, acertó con el resultado final de la elección: 55% para el candidato de Apruebo Dignidad y el 45% para el postulante del Frente Social Cristiano.

Sobre la prohibición de publicar encuestas, el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, considera que la medida es “un tremendo daño a la democracia”.

“Atenta directamente con el derecho a informarse, crea asimetrías de información entre quienes pueden pagar por información de quienes no pueden. A su vez, hace que proliferen las fake news, encuestas falsas que corren y que instalan climas que no son reales, como por ejemplo que esta elección sería voto a voto”, comentó.

Aquí, además, Izikson comenta el éxito de la medición que realiza Cadem y también realiza un análisis de algunos factores que pueden explicar el triunfo de Boric.

¿A qué atribuye que la última medición de Cadem haya acertado con el resultado final de la elección de segunda vuelta?

En la primera vuelta también tuvimos la capacidad de anticiparla sin margen de error. Fuimos la encuesta que tuvo la mayor capacidad predictiva. Tengo la misma impresión en esta segunda vuelta. Algo que me llamó la atención es que producto de la ley que prohíbe la difusión de encuestas electorales en los últimos 15 días de las elecciones, se instaló por las filtraciones de encuestas, algunas online, de que había un supuesto empate, que esta elección era estrecha. Nunca vimos que esta elección estaba estrecha durante toda esta segunda vuelta. Gabriel Boric comenzó ganando con ocho puntos de distancia. Efectivamente, se fue estrechando hasta llegar a cuatro, pero inmediatamente en la última semana después del debate ya se había abierto 54% a 46% y la última medición del viernes nos daba 55% a 45%.

Las empresas que realizan encuestas de opinión han debido adaptarse a los nuevos tiempos, aún más con el voto voluntario. ¿Cuál ha sido la fórmula para acertar?

Primero, la encuesta Cadem es la única encuesta telefónica y la única probabilística. Todo el resto de las encuestas que conocemos son online. Algunas han hecho un trabajo mejor que otras, pero el formato online aún tiene mucho que ofrecer y le queda mucho rodaje. Lo que hemos hecho, desde 2017, es aprender cómo los chilenos se enfrentan al proceso de una encuesta y, al final, la metodología que permitía anticipar correctamente el plebiscito, la elección de los constituyentes de la Convención Constituyente, las primarias y, ahora, las votaciones presidenciales, es una encuesta que recoge al total de la población de forma probabilística y lleva los resultados a bases 100, incluyendo sus respuestas.

Sobre el análisis político, usted ha difundido la idea de que esta elección se parecía mucho al plebiscito del Sí y el No...

Sí. Y probablemente veamos similitudes en el resultado. Un gran triunfo de Boric en la Región Metropolitana, por ejemplo. Esta era una elección atípica por muchas razones, es una elección que es el reflejo del nuevo Chile. Vamos a tener un nuevo Presidente de la República después de 16 años de Bachelet y Piñera, es una elección que está marcada por el estallido social, por la pandemia, por el plebiscito y la Convención Constituyente, ese proceso electoral nunca lo habíamos vivido antes. Es una elección donde el candidato que pasa primero, pasa con 10 puntos menos de lo que había pasado cualquier primero desde el año 1990. Era la elección más estrecha desde 1999 en primera vuelta, pero creo que finalmente se impuso durante estas cuatro semanas lo que Gabriel Boric quiso instalar: que esta era una elección entre liberales y conservadores, entre el gobierno y la oposición y esta era una elección entre el Sí y el No.

Le funcionó entonces...

Creo que José Antonio Kast intentó hacer lo mismo que ocurrió en 2017: instalar libertad versus comunismo. Pero el temor al comunismo se veía equilibrado e incluso superado por las restricciones a la libertad que podrían haber venido con la candidatura de Kast. Un reflejo de esto es que probablemente Chile nunca vaya a confiar en un candidato a presidente que haya apoyado a Pinochet.

Algo interesante de su última medición es lo que analizaron en relación a la evolución de los debates. En la medición que se hace pública ahora se puede ver cómo Boric fue muy bien evaluado en el último debate...

Los debates son, probablemente, los grandes protagonistas de este proceso electoral. Te doy algunos datos: sin los últimos dos debates en las primarias, los candidatos hubiesen sido Joaquín Lavín y Daniel Jadue; sin los dos debates de la primera vuelta, el candidato de la derecha hubiese sido Sebastián Sichel y no José Antonio Kast, y si no hubiese sido por el último mal debate que tuvo Kast en primera vuelta, probablemente la brecha entre Kast y Boric hubiese sido de cinco puntos, que era lo que mostraba nuestra encuesta. Luego, en la segunda vuelta, después del último debate, probablemente la diferencia hubiese sido más estrecha, pero ahí la brecha se volvió a abrir en favor de Boric. Por eso, con toda convicción puedo decir que los debates fueron protagonistas, además de las redes sociales, y lo seguirán siendo en los procesos electorales futuros.

Mueven harto la aguja los debates entonces...

Es que no mueven poco. Y si no hubiera sido por el último mal debate que tuvo Kast en primera vuelta, la brecha habría sido de cinco puntos que fue la que mostraba nuestra encuesta antes del debate. Eso habría sido un escenario de segunda vuelta distinto pero Kast perdió esa oportunidad. Y si no hubiera sido por este último debate, probablemente la diferencia hubiera sido más estrecha. Llegaron al debate con un 52% y 48% y luego de eso se vuelve a abrir la brecha en favor de Boric hasta este 55% y 45%. Los debates fueron los grandes protagonistas de esta elección, como también fueron las redes sociales y van a seguir siendo fundamentales en los próximos procesos electorales.

Ahí hubo un error de varios análisis que al ver los resultados de primera vuelta de Franco Parisi, que salió tercero, y que no participó en ninguno de los debates públicos y televisados, varios dijeron: los debates no sirven de mucho...

Claro, porque lo erróneo de ese análisis es que los debates no son la única pieza. Están las redes sociales, la franja, la campaña, etc. Parisi no participó de ningún debate y no ganó la elección, tuvo un buen resultado apalancado por las redes sociales, pero terminó empatado con Sichel y Provoste en los márgenes. En el fondo, tú no puedes pretender ganar la Presidencia de Chile sin tener un buen desempeño en los debates.

Al parecer, la carta bajo la manga de Boric al mostrar el test de drogas en el último debate funcionó...

Sí, fue un gran acierto televisivo, pero le asigno importancia a otras cosas que logró Boric en el último debate. Nosotros veíamos que el atributo más importante para los chilenos hoy era la genuinidad y vi a un Boric que trató al menos 10 veces de mentiroso a Kast. Y Kast no se defendía. Por un parte, Boric logró en ese debate hacerle daño en el atributo que es el más importante para el cargo de la Presidencia de la República. Y por otro lado, vi a un Boric instalando con fuerza y atacando a Kast por el tema de las mujeres. Y que en esta elección, por primera vez en la historia, estaba dentro de los tres primeros temas. Y, por el contrario, Kast no logró en toda la segunda vuelta hacerle daño a Boric en lo que eran sus debilidades: gobernabilidad, falta de experiencia para ser Presidente, no fueron temas, no los usó.

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