Tercer intento por liderar la Cámara: el nuevo fracaso de la oposición

El presidente de la Cámara, Diego Paulsen (RN), y su vicepresidente, Francisco Undurraga (Evópoli), celebrando su permanencia en la mesa. Foto: Dedvi Missene

Abstenciones de Pamela Jiles (PH), independientes y la socialista Jenny Álvarez, y ausencias clave del sector, sepultaron su último intento por recuperar el control de la testera.


Entre aplausos de las bancadas de Chile Vamos y con un abrazo con el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, el presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen (RN), celebró ayer.

La escena marcó un nuevo intento fallido de la centroizquierda por recuperar el control de la corporación. Fue la segunda vez en menos de un mes que la oposición impulsó una censura contra la mesa y la tercera desde el inicio del periodo legislativo cuando, pese a tener mayoría, dejaron en manos oficialistas la conducción de la testera.

Ayer, el sector nuevamente no logró alinearse y sufrió una bochornosa derrota. Esto luego de que los parlamentarios humanistas Pamela Jiles y Florcita Alarcón, el ecologista Félix González, la socialista Jenny Álvarez y el independiente Renato Garín se abstuvieran y otros legisladores de la DC, el PPD y el Frente Amplio se ausentaran de la votación. Así, el sector no alcanzó los 72 votos necesarios -mayoría simple- y falló ante esta nueva prueba de unidad y la censura que impulsaron terminó cayéndose por 69 rechazos, 68 respaldos y cinco abstenciones.

Ante la sorpresa de algunos sectores de la centroizquierda, los jefes de bancadas apuntaron sus dardos a la diputada Jiles, a quien desde el resto de la oposición veían como uno de los posibles descuelgues de la iniciativa. “Toda la derecha celebrando, ¿saben por qué? Pamela Jiles les acaba de dar una mayoría artificial para que Sebastián Piñera siga gobernando la Cámara”, lanzó el diputado del PL Vlado Mirosevic. Y pese a que su voto y el de los independientes que maneja en la corporación no habrían sido claves si es que hubiesen participado los otros parlamentarios del sector que se ausentaron, de todas formas en la oposición se hicieron esfuerzos para contar con su apoyo.

Una de esas gestiones, dicen en la centroizquierda, fue firmar un nuevo acuerdo administrativo para la composición de la testera y de las distintas comisiones, en el que se incluyeron cláusulas para darle garantías.

En uno de los anexos de ese documento, por ejemplo, se aseguraba que ella se mantuviera en la Comisión de Constitución pese a que el cupo le correspondía al Frente Amplio, coalición de la que ya no forma parte luego de que su colectividad abandonara el bloque. Asimismo, los frenteamplistas habían cedido que Gabriel Boric (CS) asumiera la presidencia de esa instancia, un punto que ya había provocado un conflicto entre el parlamentario por Magallanes y la precandidata presidencial humanista.

En ese sentido, en la centroizquierda no se explicaban la votación de la parlamentaria y las otras cuatro abstenciones. Asimismo, desde el sector transmitían que Jiles habría alcanzado un acuerdo con la mesa de Paulsen respecto de la tramitación del segundo retiro del 10%, algo que, sin embargo, fue descartado por fuentes cercanas a la testera de la corporación y el círculo de la diputada.

“La fuerza de los hechos nos dice que sí hubo negociación. Nada explica la abstención del grupo de los humanistas”, señaló el jefe de la bancada DC, Daniel Verdessi.

Por la tarde, en su cuenta de Twitter Jiles señaló: “Hoy (ayer) voté abstención a censura de la mesa de la Cámara, de cara a la gente como siempre. Diez diputados de oposición no votaron. La mesa ha cumplido sus obligaciones constitucionales. Se les hizo una acusación falsa. Yo no avalo injusticias, sean del lado que sean”.

“Estamos desilusionados”, señaló, a su vez, el diputado y candidato de la DC para presidir la Cámara, Víctor Torres. Y agregó: “Esto demuestra que no existe la capacidad de constituir esa mayoría y hacerla valer. Y eso es lamentable, no por nosotros, sino por lo que significa respecto de lo que vamos a ser capaces de ofrecer a Chile”.

A su vez, entre las bancadas de la centroizquierda se culpabilizaban por el resultado. Mientras desde el PS apuntaban a las ausencias de la DC -donde los diputados Manuel Antonio Matta y Jorge Sabag, además de los independientes y miembros de esa bancada Carlos Abel Jarpa y Fernando Meza no votaron-, desde el Frente Amplio sostenían que el jefe de bancada del PR, Alexis Sepúlveda, había quedado a cargo de conversar con Jiles. Además, otros cuestionaron la abstención de la socialista Jenny Álvarez -cuyo voto causó sorpresa transversal en la centroizquierda, y en la propia bancada PS, pues nunca manifestó sus reparos a la acción- y la ausencia de algunos independientes miembros de la bancada radical, como Pedro Velásquez.

De todas maneras, en el sector ya daban por muerta la posibilidad de volver a impulsar una acción de esta naturaleza y, de hecho, los democratacristianos definieron que debía declararse “desahuciado” el pacto administrativo de 2018 y que, por tanto, la composición de las comisiones legislativas se debería mantener .

“La bancada de la DC declara desahuciado el acuerdo de 2018. Tenemos que asumir que no somos mayoría para equilibrar el poder que tiene la derecha en la Cámara”, aseguró Verdessi.

En la centroizquierda admitían que quedan en una posición desfavorable para los meses que vienen, dado que la mesa actual no tiene obligación de renunciar en marzo del próximo año y podría extender su mandato hasta el fin del periodo legislativo. “Tendremos a Paulsen hasta 2022”, sostenía un diputado.

Ante el fracaso opositor, desde la mesa valoraron las abstenciones y ausencias. “Agradecer a aquellos que no son de nuestra coalición y que han colaborado con nosotros para que podamos seguir trabajando en la misma senda”, dijo Paulsen.

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