Para qué sirve el enjuague bucal y cómo debes usarlo

¿Son realmente útiles? ¿Ayudan para algo más que tener el aliento fresco por un rato? Dos odontólogas explican la verdadera función de los colutorios, dan consejos para utilizarlos bien y advierten que no son la panacea: "jamás reemplazarán a un buen cepillado".




Refrescar el aliento, ayudar con el control e impedimento de caries, la reducción de la gingivitis —la enfermedad de las encías— y el control de la placa: son algunos de los beneficios que prometen los enjuagues bucales, líquidos que cada vez tienen más variedad y espacio en las góndolas de las farmacias y supermercados.

¿Pero realmente son necesarios los enjuagues? Más allá de elegirlos por presentación, precio o el aroma que te dejan en la boca, una decisión de compra debe ser informada, para que además puedas aprovechar los beneficios del producto acorde a tus características.

¿Para qué sirve un enjuague bucal?

“Los enjuagues bucales son seguros y eficaces en la reducción de la placa y la gingivitis”, asegura Alejandra Chaparro, odontóloga de la Clínica Universidad de los Andes. Sin embargo, si bien pueden ser parte de un cuidado integral de la salud oral, “no reemplazan al cepillado ni la higiene interproximal con seda dental o cepillos específicos”.

Además de esto, María Fernanda de la Barra, directora odontológica de la Clínica Dental RedSalud La Dehesa, dice que existen otros enjuagues con un rol antiséptico, diseñados para evitar enfermedades periodontales. Estos, eso sí, son recetados por un especialista. Los que normalmente uno ve en supermercados o farmacias se enfocan en la limpieza, “en reducir la hipersensibilidad o en evitar el mal aliento”, añade.

“En general, su funcionalidad va a depender del compuesto activo que tenga el enjuague”, menciona. Para irse a la segura con lo que uno requiere, lo mejor es pedirle consejo al odontólogo de cabecera, “quien puede aconsejar de mejor manera si una persona necesita o no un enjuague bucal y en función de sus necesidades de qué clase debe utilizar”.

La justificación para el uso diario de enjuagues bucales con antimicrobianos, según plantea Chaparro, puede deberse a los siguientes escenarios:

  • Cuando hay dificultad para lograr un adecuado control de placa bacteriana con el cepillado de dientes y seda dental/cepillos interproximales.
  • Como método de administración de agentes antimicrobianos a las distintas zonas mucosas de la boca, las que representan un lugar de reservorio de bacterias patógenas que pueden colonizar superficies dentales y encías.
  • Para remineralizar lesiones cariosas incipientes, abrasiones y/o lesiones cervicales.
  • Para hidratar la boca en aquellos pacientes que sufren sequedad bucal o problemas asociados a terapias de quimioterapia e irradiación.

Tipos y composición de los enjuagues bucales

En general, explica De la Barra, estos enjuagues o colutorios que se encuentran en góndolas de supermercados o farmacias, a libre disposición, “tienen como principales características su capacidad de protección del esmalte bucal a través de la eliminación de gérmenes y bacterias que se encuentran en la boca, tanto en la superficie dentaria, como en las encías y mucosas”.

Pero también existen “enjuagues con otros principios activos, enfocados en la desensibilización de los dientes, en el blanqueamiento dental o como coadyuvante de enfermedades periodontales”, agrega. La mayoría de los enjuagues bucales tienen propiedades antiplaca bacteriana y otros componentes, “como aceites esenciales, flúor, clorhexidina, agentes desensibilizantes y cloruro de cetilpiridinium. Además contienen alcohol desnaturalizado como vehículo de entrega”, enumera Chaparro.

“La literatura indica que, a pesar de algunos efectos indeseables para algunas personas debido al alcohol que estos incluyen —como sensación de ardor y otras contraindicaciones—, no hay razón para evitar el uso de enjuagues bucales que lo contengan. Siempre y cuando, por supuesto, se utilicen siguiendo las instrucciones adecuadas de los profesionales de la odontología y de los fabricantes”, asegura.

Los enjuagues bucales de libre disposición se pueden clasificar en tres grandes grupos:

Enjuagues bucales estéticos

Están indicados para ayudar a la eliminación de los restos de comida y mejorar el aliento, ya que aportar una intensa e inmediata sensación de frescor.

Enjuague bucal concentrado de Ratania Weleda


Enjuagues antisépticos

Ayudan a controlar la placa bacteriana y reducir o controlar la gingivitis. Usualmente tienen de componente a la clorhexidina y suelen prescribirse por profesionales tras una cirugía oral o de tratamientos periodontales. De esta forma se promueve la curación y se reduce la carga microbiana, evitando sobreinfecciones.

Enjuague bucal antiséptico Oralgene (Clorhexidina 0,12%) 120 mL


Enjuagues bucales con flúor

Protegen a los dientes del ataque de los ácidos producidos por la placa bacteriana. El flúor recubre el esmalte de los dientes y ayuda a prevenir y revertir las etapas iniciales de la caries.

También puedes encontrar en el mercado enjuagues con otros principios activos enfocados a la desensibilización de los dientes, al blanqueamiento dental o como coadyuvante de enfermedades periodontales.

Enjuague bucal Dentaid Fluor-Aid (Flúoruro sódico 0,05%) 500ml


Funciones

Como decíamos antes, “cada enjuague bucal posee distintas indicaciones, no todos persiguen el mismo objetivo”, explica la especialista de Clínica Universidad de los Andes. Así como hay unos específicos para controlar la gingivitis, existen otros para el manejo de la sensibilidad y también para la prevención de caries o su remineralización

“Lo más importante es revisar sus componentes y su función”, ahonda. “Por el momento, los mejores efectos para el mantenimiento de la salud bucodental son proporcionados por enjuagues con clorhexidina, que combina un efecto antiplaca y antibacteriano, promoviendo la salud gingival (de las encías). También aquellos con flúor, para disminuir el riesgo de caries y ayudar en la remineralización dental”, específica.

“Lo ideal es que cada uno de ellos sea indicado por su odontólogo de acuerdo a sus necesidades: algunos de ellos poseen efectos adversos y se deben usar por períodos de tiempo limitados, mientras que otros pueden ser utilizados de forma permanente”, expresa.

“Lo que hay que tener claro es que el compuesto activo —Fluoruro de sodio al 0,05%— es el mismo en todos estos productos que se encuentran a libre disposición”, añade De la Barra.

Cómo enjuagarse

En primer lugar, debes usar la medida recomendada que estará estipulada en el envase. “Cada vez que se emplee el enjuague, éste debe durar aproximadamente 30 segundos en la boca o lo que indiquen en las instrucciones; luego siempre hay que escupirlo”, dice la odontóloga de Red Salud.

“No hay que mezclarlo con agua ni mucho menos tragarse el líquido, puesto que estos no están diseñados para ser ingeridos”, recalca.

Como indicación general, se especifica “no comer ni beber nada 30 minutos después de haber hecho el enjuague bucal, para permitir así que el producto realice su trabajo durante más tiempo”.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 22 de abril de 2022. Sus valores y disponibilidad pueden cambiar.

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