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Bono de La Araucana rompe covenant y abre puerta para que tenedores aceleren cobro

Una semana antes de que iniciaran sus problemas, la caja de compensación La Araucana salió al mercado emitiendo $50 mil millones en bonos correspondientes a la serie E, operación que, por una parte, y considerando los plazos en que PwC entregó sus reparos, ha generado dudas entre algunos bonistas, a quienes sin embargo el pasado 30 de octubre se les abrió la puerta para exigir el pago acelerado de sus deudas.

El contrato de los papales sostiene que el emisor se compromete a “cumplir en tiempo y forma sus demás obligaciones de pago de endeudamiento. Para estos efectos, se entenderá que el emisor ha incumplido con dichas obligaciones en caso que el no pago sea por un monto superior al cuatro por ciento de los activos consolidados”, cifra que es ampliamente superada, pues los $46 mil millones vencidos con los bancos a fines del mes pasado equivalen a un 7%.

Esto, según el contrato, implica que los tenedores de bonos pueden votar en junta el pago acelerado de la deuda. De hecho, la situación fue informada por la caja el pasado jueves cuando se efectuó la asamblea extraordinaria correspondiente a la serie E, el día que la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) anunció su intervención.

La negativa de los bancos a la propuesta de reestructuración de los $236 mil millones que la caja debe a dichas entidades no sólo implicó el vencimiento de los $46 mil millones con ellas, sino también la negativa a que obtuviera de parte de EuroAmerica y Moneda un crédito puente a través de un FIP por $50 mil millones para hacer frente al vencimiento del próximo 15 de noviembre de los bonos serie A.

Entre los bonistas, la opinión es unánime respecto a que la dejaron caer. Pero también su crítica apunta a la administración, además de las dudas que han surgido sobre el bono serie E que colocó el 26 de marzo, siete días antes de que la auditora hiciera llegar a la entidad su informe con salvedades, y que gatilló la serie de requerimientos de parte de los reguladores.

El pasado 13 de febrero, la SVS autorizó la línea de bonos a la que se cargaron los $50 mil millones, operación que fue aprobada con los estados financieros de septiembre, al igual que las clasificaciones emitidas por Feller Rate y Fitch Rating.

La incógnita de los bonistas es si la caja contaba con información, pues la auditora hizo llegar su informe por la mañana del 2 de abril -mismo día en que la Caja remitió a la SVS los EEFF a diciembre de 2014- una diferencia de pocos días respecto de la colocación y que los hace dudar respecto del conocimiento de la administración sobre el informe que emitiría la auditora y las salvedades.

Lo que sí está claro, es que en el prospecto enviado por La Araucana a la SVS el 17 de marzo no hace comentarios en los problemas de implementación del nuevo sistema ni tampoco hace referencia a estos en la sección de riesgos, algo que, al interior de la caja, defienden pues dicen que efectivamente se enteraron ese mismo día del informe de PwC, que las “debilidades” detectadas resultan inmateriales y que en los EEFF de 2013 ya habían reparos sobre el de control de acceso a sistema y que era información pública.

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