Este lunes partió la puesta en marcha de la Clínica Universidad de los Andes. Durante tres meses, el centro médico realizará distintas pruebas para su debut, el que será en marzo de 2014.

La clínica contrató a una serie de actores que simularán distintos cuadros médicos con el objetivo de que el personal médico repita una y otra vez los procedimientos que se deben llevar a cabo en el pabellón, urgencias y en otras áreas del recinto.

"Queremos garantizar nuestros procesos. Hemos trabajado durante más de dos años y ahora los estamos poniendo en marcha. Nadie lo exige, pero consideramos que al ser una clínica nueva tenemos que probar y asegurarnos que todo funcione correctamente. No podemos abrir sin hacer una prueba antes", afirma la directora de Servicios, Paula Ramoneda.

El edificio de 56.000 m2 posee ocho pabellones y 1.000 estacionamientos. Contempló una inversión de US$180 millones y abrirá con una capacidad de 66 camas, a las cuales se irán sumando más habitaciones de acuerdo al comportamiento de la demanda.

"En esta primera etapa son 100 camas, pero el proyecto involucra un total de 300 camas. La idea es ir ampliando la clínica y sumando más alas en los próximos años, cuando se alcance el equilibrio económico que estimamos será al quinto año. Al principio vamos a trabajar con mucha holgura, ya que se pensó en un proyecto a largo plazo, que se irá construyendo por parte para que no resulte inorgánico después", detalla Ramoneda.

Respecto al personal, dice que "para febrero vamos a tener el 80% de nuestro staff ya instalado y cuando sea la apertura contaremos con 660 personas aproximadamente, entre personal clínico y no clínico".

Para financiar la construcción del centro médico, la U. de los Andes negoció créditos y recibió donaciones. El no depender de un socio, asegura Ramoneda, les ha dado cierta holgura para el desarrollo del proyectos.

"Pertenecemos a la Universidad de los Andes y somos una clínica sin fines de lucro, de carácter docente asistencial. No tenemos la meta de decir que de aquí a fin de año debemos tener ciertas coberturas. Sí tenemos que ser financieramente sostenible, pero no tenemos que dar una rentabilidad a un directorio o a socios. Nos manejamos con parámetros distintos a los que se mueve una clínica privada, por lo mismo, no hemos definido entrar a una competencia de mercado", cuenta la directora de Servicios.

Este proyecto es parte del masterplan de la universidad y responde a una necesidad. "Tenemos muchas carreras del área de la salud, por lo tanto, teníamos que tener un campo clínico para nuestros alumnos y poner en practica nuestro modo de hacer clínica", explica.

Un 35% de los alumnos de la universidad estudian una carrera de salud (2.133 alumnos), lo que hacía indispensable incluir dentro del masterplan la construcción de una clínica.

Todo el proyecto, el cual actualmente está en evaluación, implicaba en un principio levantar 15 nuevos edificios, entre ellos la clínica y una nueva torre de oficinas para el personal administrativo de la universidad.

Respecto a la negociaciones de la clínica para contar con una red de isapres asociadas, Ramoneda dice que ya tienen los convenios firmados con Banmédica, Vida Tres, Cruz Blanca y Más Vida, mientras que con el resto continúan las conversaciones. Además, la clínica estudia crear una fundación para atender a personas de escasos recursos.