En América Latina el grupo internacional L’Oréal, especializado en cosméticos y productos de belleza, ya cuenta con tres fábricas en Brasil, dos en México, una en Colombia y otra en Argentina.

Y hoy se encuentran evaluando las condiciones que existen en Chile para levantar su primera planta en el país.

La idea es construir o comprar una fábrica de aquí a cinco años, para lo que ya comenzaron con las evaluaciones.

“En Chile estamos empezando ahora, viendo en qué productos necesitaría una fábrica el país y estudiando las necesidades. Luego veremos que es mejor, si hacer una o comprar”, asegura Javier San Juan, Presidente para la zona Hispanoamérica de  L’Oréal.

Esta decisión responde a las particularidades del negocio, ya que si bien las marcas de L’Oréal son las mismas para todos los mercados, las necesidades de los consumidores en cada país son totalmente distintas.

“Por ejemplo, en Chile la coloración de castaño tirado a rubio se vende muchísimo más que lo que se puede vender en México”, recalca San Juan.

Y agregó: “Nos estamos dando cuenta que la globalización es menos global de lo que pensábamos y las necesidades son mucho más individuales por país. La tendencia ahora es volver a construir fábricas de un tamaño más pequeño con más capacidad de adaptación a las necesidades locales”.

Planes de Expansión. Actualmente el objetivo del grupo L’Oréal es alcanzar mil millones más de consumidores a nivel mundial para el año 2020. En América Latina, donde ya tienen una cifra similar, esperan seguir creciendo.

Así se están definiendo nuevos planes de expansión que apuntan a abarcar nuevos consumidores y países en desarrollo, principalmente en Asia,  África, Europa Oriental y América Latina.

“Ahí da mucho para crecer porque están en desarrollo, entonces cada vez hay más hombres y mujeres que acceden a un nivel de vida donde les permite gastar más en su propio bienestar”, explica San Juan.

De todas formas, San Juan advierte sobre una desaceleración del consumo en América Latina. Según el último reporte de la compañía, en la región hubo una contracción de las ventas del 11.1% entre el primer trimestre del 2015 en comparación con 2016, aunque esto está marcado por la devaluación de las monedas. Aislando ese efecto, la evolución de las ventas para ambos períodos en las mismas condiciones económicas fue de 8.5%.

Aun así, los esfuerzos están centrados en la creación de nuevas tiendas que les sean más accesibles al público; la elaboración de productos donde la relación calidad y precio sea más interesante para la clase media; simplificarle la oferta a los hombres; y abarcar nuevas generaciones, como los millennials, con marcas y estrategias comunicacionales diferentes, explica San Juan.