El 15 de enero del presente año, la Fiscalía Nacional Económica abrió una investigación respecto al acuerdo alcanzado entre Empresas Carozzi y Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), por la intención que tendría esta última de enajenar su empresa Foods Compañía de Alimentos CCU S.A, conocida como Calaf.

Desde que el organismo antimonopolio, dirigido por Felipe Irarrázabal, hiciera pública la investigación, aún no ha emitido un pronunciamiento concreto sobre si va o no a solicitar un pronunciamiento del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) o definitivamente desiste y da luz verde a la operación.

Si bien entre los ejecutivos de Carozzi y CCU existe molestia y preocupación por el tiempo que ha tomado la Fiscalía en dar luz verde a la operación, pocos se han atrevido a hablar públicamente del tema. Más aún con el recelo con que aborda estos temas la FNE.

En este contexto, y en conversación con PULSO, el presidente de Empresas Carozzi, Gonzalo Bofill, deja entrever su preocupación por los tiempos que ha tomado la investigación.

“A esta altura estamos en espera, no más. Nos han tramitado durante un año. Así es que al final de cuentas después de todo este periodo de esperar, en que hemos entregado toda la información que nos han solicitado, no queda otra que seguir esperando la respuesta de la fiscalía”, explica Bofill Velarde, cuarta generación de la familia que fundó la compañía.

Algo más resignado, el empresario se muestra más esperanzado en que la Fiscalía emitirá un pronunciamiento favorable durante las próximas semanas.

“Esperamos que sea estas próximas semanas”, dijo.

Los plazos

En términos legales la Fiscalía Nacional Económica no cuenta con plazos definidos. El único tiempo al que debe regirse es cuando se le consultaba antes de la Guía de Fusiones y ad portas de cerrar una operación. En esa situación, el tiempo al que debe regirse la FNE es de tres meses.

El problema que surge para CCU y Carozzi porque las partes aún no cierran la operación desde el 15 de enero a la fecha y siguen a la espera de un pronunciamiento de la fiscalía. Esto último, porque mientras la investigación de la FNE esté abierta, Carozzi y CCU no se arriesgarán a cerrar la operación.

En cifras, Carozzi cuenta con una partición cercana al 45%, pero la competencia en este mercado es potente.

El acuerdo entre Carozzi y CCU incluye un aspecto adicional. Se trata de una alianza para desarrollar en conjunto el negocio de bebidas instantáneas en polvo. Si bien, la matriz de Ambrosoli ya está presente en esta categoría con Caricia y Sprim, para CCU este será su debut. De hecho, en el marco del aumento de capital que se aprobó en 2013, justamente se planteó como una de las metas “participar del mercado de los polvos instantáneos”, entre los que destacan jugos, café, té, sopas y leche en polvo, entre otros.

Inicialmente, la asociación sería para elaborar jugos, dada la experiencia que tiene Carozzi en ese rubro. “Esta negociación incluiría una asociación entre CCU y Carozzi para el desarrollo del negocio de polvos para preparar refrescos”, dijo la firma del grupo Luksic. De esta manera, la compañía dejaría de lado un negocio más alejado de su rubro principal como es el de confites, y desarrollaría esta nueva área que está más ligada a los bebestibles. Hoy el actor número uno en jugos en polvo es Tresmontes, ligado al Grupo Nutresa.

Según datos de CCU al 2011, la categoría ready to mix (RTM) tiene un per cápita de 201 litros. De ellos, 61 litros corresponden a té; 46 a café en polvo; 45 a leche; 30 a jugos y 19 a sopas.